La manera en que está formulada esta pregunta puede hacer que nos detengamos a pensar, o inmediatamente hacernos sentir a la defensiva. El mundo lo va a preguntar de una manera que nos hará dudar de nuestra identidad, nuestro propósito y la verdad sobre quiénes Dios dice que somos. Puede hacernos sentir que estamos haciendo algo mal, en el lugar equivocado en el momento equivocado, o actuando de una manera que va en contra de las expectativas de las personas que nos rodean.
Mientras nos tomamos las próximas semanas para estudiar nuestra identidad en Cristo, mi oración es que no solo comprendas en tu mente la verdad que aprenderemos, sino que la aceptes profunda y confiadamente en tu corazón. Con todo el amor del mundo, escúchame preguntarte amablemente: “¿Quién crees que eres?” Pídele a Dios que te ayude a desentrañar lo que tus amigas, tu familia y tu cultura dicen que eres, de lo que Él dice que eres, para que puedas confiadamente abrazar tu identidad en Cristo.
La realidad es que las expectativas y preferencias de nuestra cultura están constantemente cambiando. Lo que se celebra en un momento es reemplazado por lo que es más novedoso, más brillante, y más emocionante.
Encajar en el mundo significa esconder partes de nostras mismas que fueron hermosamente diseñadas por Dios.
¡Fuimos creadas para más!
Comprometámonos a hacer algunos simples cambios en las siguientes semanas para que podamos convertirnos en mujeres que vivan plena y abundantemente como Cristo desea.
El mundo dice que nuestro pasado nos define. Cristo dice que somos una nueva creación.
El mundo dice que nuestros errores nos convierten en lo que somos. Cristo dice que somos justificadas en Él.
El mundo dice que nada es permanente. Cristo dice estamos selladas como Suyas para siempre.
El mundo dice que estamos solas por nuestra cuenta. Cristo dice que somos rescatadas, adoptadas y escogidas.
El mundo dice que seguir a Dios te limita. Cristo dice que somos libres.
El mundo dice que tenemos que luchar por nuestro lugar en la mesa. Cristo nos invita a entrar y nos recibe.
El mundo dice que somos incomprendidas. Cristo dice que Dios nos conoce plenamente.
El mundo dice que somos un error. Cristo nos dice que somos hechas a propósito por un propósito.
El mundo dice que no podremos lograrlo. Cristo promete equiparnos para la obra que Él tiene para nosotras.
El mundo dice que no podremos ganar. Cristo dice que somos más que vencedoras.
Espero que nuestro versículo en 2 Corintios hoy te aliente. Tal vez estés pensando que estas verdades que mencioné son grandiosas para otras personas, pero no puedes imaginar que se apliquen a tu vida. Vuelve a leer la primera parte de nuestro versículo: Si alguno está en Cristo. No dice “únicamente aquellos que trabajan en el ministerio” o “solamente las personas que no se han equivocado” o “solo aquellas que tienen su vida en orden”. No hay ninguna calificación que diga que somos una nueva creación únicamente cuando nuestra familia lo acepta, o que la tenemos que ganar a través del trabajo que hacemos o de los títulos que obtenemos.
Cuando aceptamos a Cristo como nuestro Salvador, somos hechas nuevas. Deja tus viejas formas de pensar, la identidad que llevabas solo porque alguien más la declaró por ti, las dudas y la incredulidad que te han impedido liberarte y vivir plenamente como una hija de Dios. Haz que nuestro versículo de hoy sea personal:
“De modo que si (escribe tu nombre) está en Cristo, (escribe tu nombre) nueva criatura es; las cosas viejas pasaron, ahora han sido hechas nuevas” Mira, lo nuevo ha llegado!
En Cristo, eres una nueva creación!
Crystal
Desafío de la semana 1:
¡En Cristo, eres una nueva criatura! Para esta semana, escribe todas las formas en que has visto a Dios renovar tu vida y hacer de ti una nueva criatura en Cristo. Pídele a Dios que revele Su obra en ti mientras lo buscas en esta semana.
¿Quién crees que eres?
La manera en que está formulada esta pregunta puede hacer que nos detengamos a pensar, o inmediatamente hacernos sentir a la defensiva. El mundo lo va a preguntar de una manera que nos hará dudar de nuestra identidad, nuestro propósito y la verdad sobre quiénes Dios dice que somos. Puede hacernos sentir que estamos haciendo algo mal, en el lugar equivocado en el momento equivocado, o actuando de una manera que va en contra de las expectativas de las personas que nos rodean.
Mientras nos tomamos las próximas semanas para estudiar nuestra identidad en Cristo, mi oración es que no solo comprendas en tu mente la verdad que aprenderemos, sino que la aceptes profunda y confiadamente en tu corazón. Con todo el amor del mundo, escúchame preguntarte amablemente: “¿Quién crees que eres?” Pídele a Dios que te ayude a desentrañar lo que tus amigas, tu familia y tu cultura dicen que eres, de lo que Él dice que eres, para que puedas confiadamente abrazar tu identidad en Cristo.
La realidad es que las expectativas y preferencias de nuestra cultura están constantemente cambiando. Lo que se celebra en un momento es reemplazado por lo que es más novedoso, más brillante, y más emocionante.
Encajar en el mundo significa esconder partes de nostras mismas que fueron hermosamente diseñadas por Dios.
¡Fuimos creadas para más!
Comprometámonos a hacer algunos simples cambios en las siguientes semanas para que podamos convertirnos en mujeres que vivan plena y abundantemente como Cristo desea.
El mundo dice que nuestro pasado nos define. Cristo dice que somos una nueva creación.
El mundo dice que nuestros errores nos convierten en lo que somos. Cristo dice que somos justificadas en Él.
El mundo dice que nada es permanente. Cristo dice estamos selladas como Suyas para siempre.
El mundo dice que estamos solas por nuestra cuenta. Cristo dice que somos rescatadas, adoptadas y escogidas.
El mundo dice que seguir a Dios te limita. Cristo dice que somos libres.
El mundo dice que tenemos que luchar por nuestro lugar en la mesa. Cristo nos invita a entrar y nos recibe.
El mundo dice que somos incomprendidas. Cristo dice que Dios nos conoce plenamente.
El mundo dice que somos un error. Cristo nos dice que somos hechas a propósito por un propósito.
El mundo dice que no podremos lograrlo. Cristo promete equiparnos para la obra que Él tiene para nosotras.
El mundo dice que no podremos ganar. Cristo dice que somos más que vencedoras.
Espero que nuestro versículo en 2 Corintios hoy te aliente. Tal vez estés pensando que estas verdades que mencioné son grandiosas para otras personas, pero no puedes imaginar que se apliquen a tu vida. Vuelve a leer la primera parte de nuestro versículo: Si alguno está en Cristo. No dice “únicamente aquellos que trabajan en el ministerio” o “solamente las personas que no se han equivocado” o “solo aquellas que tienen su vida en orden”. No hay ninguna calificación que diga que somos una nueva creación únicamente cuando nuestra familia lo acepta, o que la tenemos que ganar a través del trabajo que hacemos o de los títulos que obtenemos.
Cuando aceptamos a Cristo como nuestro Salvador, somos hechas nuevas. Deja tus viejas formas de pensar, la identidad que llevabas solo porque alguien más la declaró por ti, las dudas y la incredulidad que te han impedido liberarte y vivir plenamente como una hija de Dios. Haz que nuestro versículo de hoy sea personal:
“De modo que si (escribe tu nombre) está en Cristo, (escribe tu nombre) nueva criatura es; las cosas viejas pasaron, ahora han sido hechas nuevas” Mira, lo nuevo ha llegado!
En Cristo, eres una nueva creación!
Crystal
Desafío de la semana 1:
¡En Cristo, eres una nueva criatura! Para esta semana, escribe todas las formas en que has visto a Dios renovar tu vida y hacer de ti una nueva criatura en Cristo. Pídele a Dios que revele Su obra en ti mientras lo buscas en esta semana.
Semana 1 – Versículo a Memorizar