STATEMENT OF BELIEF

Nuestra misión de ayudar a las mujeres a amar a Dios en gran medida con sus vidas se forma a partir de nuestras creencias acerca de Dios y de cómo Él se ha revelado a nosotras a través de la Biblia.

He aquí un breve resumen de lo que creemos que es verdad:

EL CREDO DE NICEA

Creemos en un solo Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todas las cosas visibles e invisibles.

Creemos en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, engendrado eternamente del Padre, Dios de Dios, Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no hecho, de un solo Ser con el Padre. Por él todas las cosas fueron hechas.

Por nosotros, los hombres, y para nuestra salvación bajó del cielo:

por el poder del Espíritu Santo se encarnó de la Virgen María y se hizo hombre.

Por nosotros fue crucificado bajo el poder de Poncio Pilato; sufrió la muerte y fue sepultado. Al tercer día resucitó según las Escrituras;
subió al cielo y está sentado a la diestra del Padre. Volverá con gloria a juzgar a los vivos y a los muertos, y su reino no tendrá fin.

Creemos en el Espíritu Santo, el Señor, el dador de la Vida, que procede del Padre y del Hijo.
Con el Padre y el Hijo es adorado y glorificado. Él ha hablado a través de los Profetas.

Creemos en una única y santa Iglesia cristiana.

Reconocemos un solo bautismo.

Esperamos la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.

DECLARACIÓN DE FE

La Biblia es la Palabra infalible de Dios.

Dios existe como tres en uno: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

La deidad de Jesús, su nacimiento virginal, su humanidad sin pecado, su muerte expiatoria en la cruz,
su resurrección corporal y su ascensión al cielo.

Todos hemos pecado y estamos destituidos de la gloria de Dios.

La salvación es solo por gracia a través de la fe solo en Cristo.

El Espíritu Santo habita en los creyentes, dándoles poder para vivir la vida cristiana.

Cristo volverá para juzgar a los vivos y a los muertos.

La resurrección del cuerpo: vida eterna para todos los verdaderos creyentes en el cielo y castigo eterno
para todos los incrédulos en el infierno.

La iglesia está formada por verdaderos creyentes de toda tribu, lengua y nación.

A los creyentes se les ordena contar a otros las buenas nuevas del evangelio.