¿Te has preguntado alguna vez si tu vida tiene algún propósito? Yo si. Y batallé mucho con este pensamiento durante mi niñez y adolescencia. Crecí sin mis padres, y asumí que era producto de un error. Sin embargo, la persona que Dios puso a mi lado (mi abuela paterna) me habló de Dios desde muy joven, me enseñó la necesidad de tener una relación con Él y me mostró cómo estudiar Su Palabra. Gracias a ella, acepté a Jesús en mi corazón a una edad muy temprana, pero seguí luchando por encontrar un propósito.
Cuando estaba a punto de cumplir 18 años, una amiga me invitó a estudiar la Palabra de Dios con ella. Desde entonces, Dios comenzó una obra asombrosa en mí. Comprendí que Dios no comete errores y que todo lo que hace es perfecto. Él no sólo me creó con un propósito, sino que me ama tanto que dio la vida de Su Hijo por mí. Me compró con el precio de la sangre de Jesús para darme la salvación y la vida eterna.
Encontrar mi propósito en Dios cambió por completo la forma en que percibía mi vida. Pasé de vivir pasiva y tristemente a querer servir a Dios y agradecerle cada día el don de la vida. Estudiar la Biblia con mi amiga fue un regalo de Dios. Me hizo querer hacer lo mismo y seguir su ejemplo. Empecé a estudiar la Biblia con otras mujeres, enseñándoles lo que Dios dice de ellas y la identidad que ahora tienen en Dios.
Desde entonces, Dios comenzó una obra asombrosa en mí.
Comprendí que Dios no comete errores y que todo lo que hace es perfecto.
Buscando una manera de enseñarles esto, me encontré con la página Ama a Dios Grandemente. Al revisar sus estudios, me di cuenta de que eran perfectos para compartir y motivar a las mujeres a acercarse a la Palabra de Dios. También descubrí que ofrecían toda una comunidad de mujeres donde podía recibir apoyo y colaborar para llevar a más mujeres a la Palabra de Dios. Fue increíble.
Muchas veces me pregunté por qué nadie me decía lo importante que yo era para Dios como niña. Por eso me apasiona servir a Ama a Dios Grandemente en el área de niños. Anhelo que estos materiales lleguen a muchos niños y que crezcan sabiendo lo amados e importantes que son para Dios.
Zuly Ojeda
Colombia – Niños ADG
