En primer lugar, sé que es difícil. “Vivir en comunidad” suena como si fuese algo muy fácil, y algunas personas lo hacen parecer así. Pero quiero sincerarme contigo antes de comenzar este estudio en el que estaremos fomentando la comunidad en nuestras vidas. Esto no es fácil. Sí, es verdad que estamos diseñadas para ello. Es parte del plan de Dios, y cuando no tenemos una comunidad bíblica en nuestras vidas, nos perderemos algunas bendiciones especiales. Pero no te sientas desanimada si esto es algo con lo que has luchado. Date cuenta, en cambio, de que estás en buena compañía.
Para empezar, primero tenemos que entender qué es, y qué no es, comunidad bíblica.
La comunidad bíblica es un grupo de cristianos con ideas afines dedicados a aprender y vivir la Palabra de Dios en sus vidas. Es más que un club social o un grupo de amigos con intereses similares que se reúnen. Cultivar una comunidad bíblica en tu vida significa ir más allá de las conversaciones superficiales y pasar tiempo juntos intencionalmente animándose y edificándose mutuamente en la Palabra de Dios. El motivo detrás del compañerismo es el amor a Dios, el amor mutuo y el deseo de ayudarse unos a otros a vivir en obediencia y honor a Dios.
Cultivar una comunidad bíblica requerirá una combinación de tiempo y oración. No te desanimes si te acercas a varias personas y encuentras rechazo, silencio o falta de compromiso. (Además, la calidad de las relaciones es más importante que la cantidad de personas que se presentan. Encomienda este proceso a Dios pidiéndole que bendiga tus relaciones. Ora para que Él te guíe hacia las personas correctas, y luego sé valiente e invita a otros a tu vida. Ora, tiende la mano, invita y luego confía en Dios.
Dediquemos estas próximas cuatro semanas a orar por una comunidad bíblica que honre a Dios en nuestras vidas. Recuerda, todas anhelamos ser conocidas y amadas. No fuimos creadas para estar solas; ¡fuimos creadas para la comunidad!
Ama a Dios Grandemente
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