La Oración es Vital

 

Por eso os digo: Pedid y se os dará. Buscad y hallaréis. Llamad y se os abrirá. Todo aquel que pide recibe, el que busca halla y al que llama se le abrirá.”

 

En la época que nos relata el pasaje, era muy común que los rabinos escribieran oraciones para ser recitadas por sus discípulos. Al haber visto orar a Jesús muchas veces y darse cuenta de la importancia de la oración, sus discípulos pidieron ser enseñados a orar.

 

Es hermoso como nuestro Señor enseña la oración, no como una repetición sino como un acto de presentar ante Dios nuestras necesidades, arrepentirnos, tener presente Su cuidado y muy importante, pedir que Su voluntad sea hecha.

 

Para mostrarlo de una mejor manera, Jesús da el ejemplo de un hombre que tenía un amigo que se encontraba en necesidad, y que muy de noche llega para pedirle alimento. A pesar de las incomodidades, la insistencia del necesitado hizo que el hombre se levantara para darle lo que procuraba. 

 

A diferencia de este hombre, nuestro Dios no está cansado, no es desatento, Él está ahí escuchando cada vez que doblamos nuestras rodillas para pedir Su ayuda.

 

Porque,

¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?” (vv.11-13 RVR60)

 

 

Entender esta porción es vital para nuestra fe como creyentes pues podemos vislumbrar el amor que como hijos amados nos tiene nuestro Dios. Él es nuestro Padre compasivo y misericordioso, que no desprecia a quien con corazón humilde se le acerca, sin necesidad de tratar de convencerle de lo buenas que somos, para luego esperar una respuesta de Su parte. 

 

Nuestro Señor nos conoce, no importa lo difícil de la situación que estemos pasando, debemos ser persistentes en nuestras oraciones y no rendirnos, porque Su respuesta siempre será buena y oportuna para nuestras vidas.

 

El v. 13 dice que nos dará a su Espíritu Santo, y es gracias a su Espíritu, que en nuestras oraciones podemos procurar Su voluntad, y tener la plena confianza de que Él responderá como ha prometido. 

 

Al vivir en obediencia a Dios nuestro entendimiento se transforma y renueva  y vivimos en comunión con Él, de esta manera experimentamos Su voluntad, agradable y perfecta.

 

Padre, ayúdanos a no desistir en la oración, que podamos seguir pidiendo, buscando, seguir llamando a la puerta, creyendo con todo el corazón que Tú responderás, de acuerdo a Tu voluntad, pues sabemos que los planes que tienes para los Tuyos son buenos y son para bien. En el nombre de Jesús, amén.

 

Sirviendo a Cristo

Joana Báez

 

Joanna

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