“Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de Él y para Él.” Colosenses 1:15-16
Hoy te invito a que hagamos juntas un repaso de nuestro método de estudio EOAO. Para este punto ya debes haber orado y pasado por el primer punto, leer las Escrituras. Procura también escribirlas en tu guía, o en tu libreta de estudio diario si llevas una.
Vayamos entonces a la O de Observación. Aquí es donde buscamos responder a todo tipo de preguntas que puedan ayudarnos a ampliar el contexto del pasaje bíblico para llegar a una interpretación correcta, y una aplicación viable. Preguntas como ¿Qué? ¿Quién? ¿Cuándo? etc.
Al leer todo el capítulo 1, observamos a Pablo y Timoteo como remitentes de esta carta a la iglesia en Colosas. Con la ayuda de otros recursos podrás ver que esa era una ciudad perteneciente al imperio romano, dentro la iglesia convergían judíos y gentiles, muchos influenciados por ideologías y creencias paganas que atentaban contra las enseñanzas acerca de Jesús. Este conjunto de herejías fue dando forma al movimiento del gnosticismo.
Pablo oró por los creyentes para que pudieran estar alertas y tuvieran discernimiento para no caer (vv.9-11), pero también les enfatizó la supremacía de Cristo. En el primer capítulo lo exalta como Creador, Señor y Redentor, observemos cómo lo expone en los versos de nuestro devocional.
Veamos algunas palabras claves en nuestro texto, “imagen del Dios invisible”. Imagen se refiere a la representación de Aquél a quien no podemos ver. Dios es espíritu invisible, pero ha cobrado imagen visible en Jesús hecho hombre (Jn.14:8-11).
Teniendo esto en cuenta, observamos que todo lo que conocemos de Dios, Sus atributos, están perfectamente reproducidos en el Hijo, así que al acercarnos al Hijo podemos ver al Padre, porque son uno.
La siguiente palabra clave que vemos es “primogénito”. Podríamos pensar que se refiere al primer hijo, sin embargo, en este contexto exalta la superioridad del Señor sobre todo lo creado.
Jesús es el máximo, primero en dignidad, en autoridad y poder, sobre todo lo visible, lo invisible, los principados y reinos, las potestades y espíritus están bajo Su gobierno soberano porque fueron creados por Él.
Seguimos observando, y al final del v. 16 se confirma lo anterior, “por medio de Él y para Él.”. Mucho de lo que no vemos en la naturaleza hace que la vida sea posible, fuerzas que han sido hechas y sustentadas por el poder creador de Jesús, porque Él es la fuerza controladora y unificadora de la naturaleza.
Nuestro Salvador es la causa y meta final de todo lo creado. Él es el autor y consumador de todo lo que ha hecho, incluyendote a ti.
Pasemos a la Aplicación. Dios nos habla de manera personal y particular a través de Su palabra, entonces debes preguntarte ¿de qué manera puedo llevar esto a mi vida diaria? ¿Qué debo hacer, y qué debo dejar de hacer a la luz de la Biblia?
Al leer la descripción del Salmo 19 podemos adorar a Dios en admiración por la naturaleza, pero, mayormente debemos adorarlo a través de una vida de obediencia.
Oremos,
Padre celestial, gracias porque a través de Tu palabra, y todo lo creado, te revelas fielmente a nosotras. Te alabo por todo lo que nos has enseñado hoy, y te pido que nos ayudes para vivir según Tu voluntad, que crezcamos en el conocimiento verdadero, y estemos alertas para no caer en el error. En el nombre de Jesús, amén.
Ama a Dios Grandemente.