Vivir Diariamente para Cristo

 

Un maestro mío siempre dice que «la oración tiene dos vertientes». Una es la súplica, que es llevar tus peticiones ante Dios, y la otra es la acción. Decía que cuando oramos, Dios nos escucha y se mueve para hacer aquello que le hemos pedido, especialmente cuando le llevamos oraciones de fe.

 

Cuando oramos, nuestras acciones deben corresponder a las oraciones que hemos pedido. No puedo orar por un crecimiento financiero y a la vez menospreciarme por más escaso y pobre que me vea y no creer que Dios hará algo. Lo que debo hacer es abrir mi corazón a lo que Dios pueda decir respecto a mi situación. Debo confiar ansiosamente en que Él me escucha y se preocupa, aunque las respuestas no lleguen de inmediato. Dios puede poner ideas, incluso paz, y conocimiento sobre ciertas cosas en respuesta a mi oración, o puede decirme que confíe en Él y espere pacientemente. La Biblia dice que debemos orar con fe y confianza, sabiendo que Él nos escucha.

 

Nuestro amor y devoción a Dios se demuestran por nuestra obediencia a Sus instrucciones. Una hija genuina de Dios busca diariamente vivir en obediencia a Dios. Una hija genuina de Dios no práctica el  pecado. El único deseo diario de una hija genuina de Dios es vivir su vida de acuerdo a lo que El dice, de acuerdo a la verdad y hacer lo que es correcto, sin importar el costo.

 

Vivir la Palabra de Dios es mucho más importante que escucharla. De hecho, la palabra hebrea para escuchar no se refiere sólo a utilizar las facultades auditivas para recibir un mensaje, sino a que tu vida se parezca a lo que has oído, a que tus acciones reflejen las palabras que has escuchado.

 

Vivir para Cristo en nuestro mundo no es sólo ser etiquetada como cristiana. Muchas personas tienen esa etiqueta, pero sus vidas no se parecen en nada a Cristo. Vivir para Cristo es vivir como Él. Los discípulos fueron llamados cristianos por primera vez porque la gente vio sus vidas y se dio cuenta de que habían visto este tipo de estilo de vida antes. Lo habían visto en Cristo. Vivir para Cristo es modelar nuestras vidas según Su vida. Es modelar nuestros pensamientos, palabras y acciones de acuerdo a lo que Su Palabra dice que deben ser. El sistema del mundo está firmemente en contra del sistema de Dios. Mientras uno viva por el sistema del mundo, no puede vivir para Cristo. Los caminos de Dios se encuentran en lo que Él dice, y para los creyentes, el Espíritu Santo nos trae a la mente estas cosas y nos ayuda a caminar fielmente en estas verdades.

 

Para vivir verdadera y totalmente para Cristo, tengo que entregarme a la obediencia de Su Palabra. Tengo que escoger diariamente estar por Cristo en mis pensamientos y acciones. Cualquier cosa aparte de eso sería vivir en engaño.

 

Mientras más vivimos en obediencia, más nuestras vidas son transformadas a la estatura completa de Cristo, quien es el autor y consumador de nuestra fe. Él es la meta y el camino.

 

Mi oración para ti y para mí es que vivamos diariamente como Jesús vivió, en total obediencia a la voluntad de nuestro Padre. Amén.

 

Ebos

 

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