Unidad en el nuevo pacto

Necesitamos re-editarnos. Dejar de  comportarnos como niñas pequeñas. Un nuevo comienzo sobre cómo vemos y tratamos a las personas.

Vayamos directamente al fondo. Tú y yo podríamos estar en desacuerdo sobre el aborto, sobre el liderazgo LGBTQ +  en la iglesia, sobre las formas de resolver las injusticias raciales, sobre la política. (No estoy diciendo que estos u otros temas no sean importantes, y no estoy menospreciando el trabajo duro, doloroso y necesario de lidiar con problemas difíciles). Lo que estoy diciendo es esto:

Cada persona está hecha a imagen de Dios.

Cada vida es inspirada por Dios y es inherentemente valiosa.

Cada creyente es salvo por gracia, y solo por gracia.

Puede que no me guste lo que dices. Puede que no esté de acuerdo con lo que publicas. Antes de responder con desprecio, antes de menospreciarlo o reprenderlo, necesito recordarme a mí misma que mis palabras están a punto de empañar a un portador de la imagen de Dios. La redención de Dios en nuestras vidas es nuestro punto de partida para extender la gracia a otros.

Tal vez dejé que el mundo y los medios me volvieran cínica, pero sé que podemos ser decentes y sé que podemos ser amables. Podemos estar de acuerdo en no estar de acuerdo en algunas cosas. Busquemos el terreno común. Busquemos lo bueno.

Somos igualmente hechas a imagen de Dios.

Nuestras vidas son igualmente valiosas.

“Porque yo recibí del Señor lo mismo que les he enseñado: que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo: «Esto es Mi cuerpo que es para ustedes; hagan esto en memoria de Mí». De la misma manera tomó también la copa después de haber cenado, diciendo: «Esta copa es el nuevo pacto en Mi sangre; hagan esto cuantas veces la beban en memoria de Mí». Porque todas las veces que coman este pan y beban esta copa, proclaman la muerte del Señor hasta que Él venga. (1 Corintios 11: 23-26 NBLA)

Cuando se vuelva complicado, abrumador, acalorado, volvamos a lo básico: proclamar la muerte del Señor. Podemos encontrar unidad en el nuevo pacto porque la muerte de Jesús en la cruz fue para todas nosotras, tanto para ti como para mí.

 

Creyentes, recordemos que estamos de acuerdo con Jesús y animémonos unas a otras en nuestra búsqueda de Él.

 

Sara Lindsey

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