Un Gran Plan de Redención

 

La vida puede abrumarnos fácilmente. A veces parece que las cosas van bien y luego somos golpeadas por una ola tras otra de pérdida, decepción y dolor. Se nos recuerda constantemente que vivimos en un mundo quebrantado y que necesitamos un Salvador.

 

Pero nuestro Dios es más grande que todo el quebrantamiento que experimentamos. Él tiene un gran plan de redención, un plan que comenzó en la creación y que continúa llevando a cabo hoy. Dios muestra Su poder y soberanía en la forma en que lleva a cabo Su plan de redención para el mundo y en cada una de nuestras vidas. Y, aunque no siempre podemos verlo, a menudo tenemos el privilegio de ver cómo Él está obrando.

 

En medio del plan global y de suma importancia de Dios para traer la redención al mundo, Él bondadosamente trajo la redención a una mujer. Elisabet había experimentado un gran honor como esposa de un sacerdote y siendo considerada justa a los ojos de Dios. Pero también experimentó un gran dolor a causa de su quebrantamiento. Sin embargo, de todas las mujeres de Israel, Dios la eligió a ella. Vio su dolor, su anhelo y su corazón roto. Él no sólo permitió que Elisabet  fuera parte de su plan redentor universal, sino que también redimió su situación.

 

Además del milagro de tener un hijo propio, Elisabet experimentó otra maravilla. Ella fue la primera persona en confesar a Jesús como el Mesías. No solo fue testigo del increíble poder de Dios en su propia vida, sino que también vio de primera mano la llegada del Mesías prometido.

 

Al comienzo del Evangelio de Lucas, aprendemos que Juan el bautista, fue el precursor de Cristo. Juan fue el profeta que Dios prometió enviar a Su pueblo para preparar sus corazones para la venida del Mesías. Juan fue una promesa cumplida por Dios al pueblo de Israel, y su nacimiento fue la continuación del gran plan de redención de Dios.

 

El Evangelio de Lucas es un relato de la vida de Jesús, escrito de un amigo a otro. Lucas describe con claridad y convicción quién es Jesús: el Hijo de Dios y el Hijo del hombre, plenamente Dios y plenamente humano. Comparte cómo Jesús mostró Su poder y autoridad y cómo desafió a los líderes religiosos y sus sistemas opresivos.

 

Pero dentro de su propósito más amplio para escribir este Evangelio, Lucas muestra las formas personales en que Jesús ve, conoce y se preocupa por Su pueblo. Jesús a menudo dejaba de hacer lo que estaba haciendo para sanar, cuidar y animar a los enfermos, discapacitados y marginados. Los primeros eventos registrados por Lucas muestran las formas en que Dios llevaría a cabo Su plan de redención a través de Jesús, pero que también redimiría y restauraría a Su pueblo de manera muy personal.

 

Veremos una y otra vez la deidad y la humanidad de Cristo y la forma en que cumplió los propósitos de Dios de traer la redención eterna a Su pueblo. Y mientras lo hacemos, también veremos cómo Dios nunca nos pasa por alto, incluso en nuestros momentos más oscuros y desesperados. Él sale  a nuestro encuentro para sanar, redimir y restaurarnos. A medida que conocemos mejor a Jesús a través de este estudio, estemos expectantes de las formas en que Él mostrará Su poder redentor y restaurador, incluso en nuestras propias vidas y circunstancias.

 

Melissa

 

Semana 1 – Desafío

 

A medida que estudiemos el Evangelio de Lucas, nos centraremos en la deidad de Cristo, la humanidad de Cristo y la forma en que Jesús prestó especial atención a los marginados de la sociedad, incluidos los enfermos, los discapacitados, los marginados y las mujeres. Mientras lees los pasajes diarios, identifica estos tres (deidad, humanidad, compasión) en tu Biblia o diario. Resalta o subraya cada uno con un color diferente para que puedas ver las formas en que Lucas muestra el carácter de Jesús a lo largo de su Evangelio.

 

Semana 1 – Plan de Lectura

 

 

 

Semana 1 – Versículo para Memorizar  

 

 

Melissa

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