Todo lo que es Verdadero

 


“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto mediten.” Filipenses 4:8

 

La mente no es un órgano que se pueda ver y tocar, son los diversos procesos que percibimos, pensamos y también imaginamos, esto incluye el razonamiento. Es por eso que cuando está saturada, llena de preocupaciones o descontrolada, representa un peligro para nuestra salud mental, emocional y espiritual.

 

Los hermanos en la Iglesia de Filipos estaban siendo afectados por amenazas de persecución, intimidaciones, estaban llenos de tensión y problemas. Pablo  se encontraba encarcelado a consecuencia de predicar el evangelio, sin embargo, les hablaba con la libertad que le otorgaba su intimidad con el Señor. En el verso 9, les anima a recordar lo vivido y experimentado por él en todo este tiempo e imitar su fe.

 

Observamos en el versículo devocional que la clave de esa paz consiste en tener la mente de Cristo. El Señor nos manda a pensar como Él, y nos da una lista de acciones, y nos dice “en esto mediten”, por lo tanto, cuanto más de Dios tenga mi vida, menos de mi, de mis deseos y del mundo tendré atesorado en mi mente.

Pensar como Jesús es una entrega diaria imitando Sus acciones en mente, cuerpo y espíritu.

¿Cómo lo hacemos? Filtrando cada pensamiento con las 6 virtudes que nos expone el versículo, entonces, pensamos en lo verdadero, cuando no damos lugar a lo falso y siempre lo sujetamos a la palabra de Dios, que es fiel y verdadera.

 

La segunda virtud es examinar si el pensamiento es digno de respeto y de buena reputación, si es algo justo y se conforma a lo que Dios ordena, de igual manera debo tener en cuenta si es puro y santo.

 

Entonces, debo preguntarme, ¿el juicio interno que estoy haciendo agrada al Señor y promueve la adoración?, porque los pensamientos no sólo reflejan lo que somos, sino que también determinan nuestras acciones, “como pienso dentro de sí , así soy”. Proverbios 23:7

Querida amiga, examina tu mente a la luz de las Escrituras, ve a la fuente inagotable de vida, de paz y Él nos saciará, limpiará y renovará nuestra mente, si así lo pedimos.

Amado Padre, quiero darte las gracias por Tu Palabra y por poder encontrar en ella nuestra guía. Confieso que soy ligera a la hora de emitir juicios y anido constantemente pensamientos nocivos, ayúdame a ser intencional en meditar la verdad en relación a Tu Palabra, a encomendar mi pensamiento en obediencia a Cristo, a pensar lo que te agrada, y entregar mis cargas. Mi futuro descansa en Tus manos y sólo puedo confiar en Ti. En el nombre de Cristo Jesús, Amén

Creciendo en Su Palabra

Erica Cárdenas

Colombia

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