En el 2013, mi vida se enfrentó a algo totalmente inesperado. Me encontré en una situación familiar repentina, en medio del rompimiento de mi matrimonio y con dos hijas adolescentes, fue algo devastador para mí. Estaba enfrentando una nueva normalidad en mi vida.
Antes de que esto sucediera, recuerdo que cada vez que alguien me preguntaba por mi testimonio, yo sentía que no tenía una historia impactante, de esas que te traen a los pies de Dios abruptamente. Contaba con la bendición de conocer a Dios desde muy temprana edad. Me consideraba una mujer la cual tenía su vida plenamente organizada y planeada de principio a fin de la mejor manera posible, de modo que no esperaba algo tan doloroso como esto. Pero Dios me enseño y me guió a una vida de fe y total dependencia en Él.
Realmente quería que Dios respondiera a mis oraciones y que mi familia volviera a estar junta. Oré mucho por ello, pero las respuesta que deseaba no llegaba. Movida por mi necesidad y deseo de estudiar la Palabra de Dios y encontrar fortaleza a través de ella. busqué en Internet “Estudios Bíblicos para Mujeres”. Esas fueron exactamente las palabras que escribí, y la búsqueda me llevó a Love God Greatly.
Desde el primer estudio, Dios habló de mi necesidad y me llevó a conocer mujeres maravillosas.
Empecé a descubrir más sobre el carácter de Dios, y aprendí a vivir el día a día dando gracias por las alegrías o las pruebas, a la vez que disfruto de lo que tengo a mi alrededor en cada momento.
“Mujeres ayudando a otras mujeres a amar a Dios grandemente con sus vidas” se convirtió en una realidad para mí. Dios me llevó a compartir Su amor, fuerza y sostén y sobre todo, a confiar siempre en Él.
Hoy, Dios me ha dado el enorme privilegio de servirle en varias áreas de Love God Greatly, y me ha dado el gran regalo de ver a mis dos hijas sirviendo en este ministerio al mismo tiempo.
Dios no cambió mis circunstancias, pero ha cambiado mi corazón.
Grethel
