Últimamente me he sentido débil,cansada y agobiada. Creo que esto es porque he estado viéndome a mí misma cuando las cosas se ponen difíciles en lugar de confiar y depender de Dios, el Único lo suficientemente fuerte para derrotar la obra del enemigo en mi vida y en este mundo.
No es desconocido para ninguna de nosotras la manera en que el diablo actúa en este mundo. Lo vemos transformando la manera en que la gente se ve a sí misma, reconfigurando la forma en que la gente piensa, robando vidas valiosas y hablando con desesperación sobre los heridos. Todo esto parece bastante deprimente de compartir, pero es una realidad importante que debemos reconocer, y es una que ya no debemos temer. Déjame decirte por qué.
Los primeros versos de 1 de Juan 4 revelan la guerra espiritual que hay en este mundo. Esta Escritura nos dice que hay espíritus que son de Dios y hay espíritus que no son de Dios. Además Efesios 6 nos habla de esta batalla espiritual, diciéndonos que nuestras luchas no son meramente con personas sino en contra de los poderes de las tinieblas en este mundo y las fuerzas espirituales del mal en los reinos celestiales.
Sin embargo, ambos pasajes no terminan aquí. Dios declara valientemente en 1 Juan 4:4 que cuando tú crees en Él, eres una vencedora de las tácticas y mentiras del enemigo, porque Aquel que vive en ti (como en todo creyente) es mayor que el que vive en el mundo. El Espíritu de Dios, conforme a Romanos 8:11 habita y marca al creyente. Este Espíritu es el mismo que levantó a Cristo de la muerte ¡Vaya! Además, Pablo nos exhorta a fortalecernos en el Señor y en Su poderoso poder, poniéndonos toda la armadura de Dios para que podamos resistir las artimañas del diablo (Efesios 6:10-11).
Amiga, debido a lo que Jesús ha hecho por ti, puedes estar en el podio de la victoria y ocupar el primer lugar. La batalla ya ha sido ganada por ti. Colosenses 2:15 dice que Jesús ha desarmado a los gobernantes y a las autoridades de este mundo, haciendo un espectáculo de ellos, triunfando sobre ellos por medio de la cruz. Colosenses 1:13 dice que nos ha librado del poder de las tinieblas y nos ha trasladado a Su reino de luz. Aún más, en Lucas 10:19, Jesús dice que Él te ha dado absoluta autoridad para vencer todo el poder del enemigo.
Amiga El diablo te tiene justo donde él quiere si tú has cedido a la apatía o has decidido que estás muy cansada para ya no seguir peleando contra las mentiras. Quiero animarte ahora; Por favor no te rindas. Por favor no bajes tu espada. Tú has sido equipada para esta batalla mientras estás en la tierra y tienes asegurada la victoria final (Efesios 6:17, 1 Corintios 15:57). El cuerpo de Cristo está contigo y Dios vive en ti, así que no estás sola en esta lucha (Hebreos 12:1, 1 Juan 4:13). Salmos 46:1 dice que Dios es nuestro Refugio y nuestro Ayudador en los tiempos de necesidad.
Amada, hay Alguien quien murió por ti para darte vida y nunca dejará de pelear por ti. Él no dejó de pelear por tu vida en la cruz, y Él no se detendrá ahora. Así que ya no permitamos que el diablo nos derrote más. Si nos sometemos a Dios y resistimos al diablo él huirá (Santiago 4:7). Aunque esta será una batalla diaria, Jesús ha prometido ahora vida en abundancia y para siempre vida eterna. Romanos 8:18 dice que la gloria que se nos revelará como hijas de Dios no se compara con lo que sufrimos ahora en este mundo.
No podemos hacer nada valioso sin Jesús. Claro, podemos seguir los movimientos todos los días y tratar de reunir la fuerza para “estar bien”, pero no viviremos ni lograremos nada de gran valor sin Dios y Su poder divino (Juan 15:4). La vida empieza cuando nos damos cuenta de la verdad del perfecto amor de Dios para nosotras, un amor que echa fuera todo temor (1 Juan 4:18). La verdad es que Dios se hizo humano por nosotras al enviar a Su Hijo, quien se humilló a sí mismo hasta la muerte, y muerte de cruz. (Filipenses 2). Él conquistó las artimañas del diablo para que ya no estuviéramos esclavizadas por ellas. Por lo tanto ya no depende de nosotras reunir la fuerza y demostrar cuán duro podemos pelear; Aquel que está en nosotras es mayor que el que está en el mundo. Esto significa que has sido declarada una poderosa vencedora a través de Jesús.
Grace Ann
