Una de mis amigas me invitó a un concierto de adoración en su iglesia, llegamos justo cuando este comenzaba así que logramos dirigirnos hacia nuestros asientos asignados pero no nos sentamos, la verdad nos quedamos paradas por el resto del servicio.
Nunca había asistido a un evento donde se sintiera tanto gozo y celebración, todos a mi alrededor estaban saltando al ritmo de la música. Con sus manos extendidas hacia arriba en alabanza y adoración, podía observar como ellos presentaban sus corazones a Dios con júbilo y cantaban “Se que Dios tiene un camino para mi. La Salvacion esta aqui.”
El cántico de Maria que se encuentra en el capítulo 1 de Lucas nos muestra con esta frase ese mismo tipo de adoración: “Mi Salvador está aquí”. Después de esperar por miles de años por Su llegada con gran expectativa, el ángel finalmente anunció el milagro de la venida del Mesías.¡Aleluya! Asombrada con la noticia, el corazón de Maria saltó de gozo, y en su boca aparecieron palabras de imparables alabanzas.
El Espíritu Santo inspiró a Maria esas palabras que ella cantó,fueron tomadas de algunos pasajes del antiguo testamento. Sin duda, ella pasó mucho tiempo estudiando las Escrituras. De esa manera, ella no se dejó llevar por la incertidumbre del futuro o el temor, y por el contrario ella recordó la verdad de las Escrituras. En su corazón ella había guardado las promesas de Dios, y esto era lo que provenía de sus labios.
Pasara lo que pasara, Maria entendió que Dios abriría un camino para ella y que Él asi mismo lo seguiria haciendo. EL Creador de todos los caminos, aquel que abrió las aguas y libero a Su pueblo de la esclavitud de Egipto, guiaría sus pasos a pesar de los obstáculos. Al llamar al Señor “Mi Salvador”esta sierva humilde reconoció su completa dependencia en Su gracia. Ella le confió completamente todo al Todopoderoso quien la rescataría, le traería completa redención y le devolvería el gozo siempre.
Con una fe inquebrantable, ella entregó sus afectos, deseos y pasiones de su alma a la “alabanza” continua al Señor. Su único anhelo era dar a conocer El santo nombre del Senor y dar a conocer Su bondad y gloria. Ella se entregó de manera total a alabarle constantemente y decidió “regocijarse” en la fidelidad de su Salvador.
Amiga, puedes hacer este compromiso también y “exaltar” al Señor. No dejes que el temor que aparece ante las situaciones difíciles se adentren en tu corazón, enfócate en el carácter incambiable de dios y regocíjate en la salvación. La palabra hebrea para “regocijo” describe una persona que está saltando de gozo. Cuando nos enfocamos en lo que Dios hizo al enviar a Jesús a pagar por nuestros pecados en la cruz, no podemos más que agradecer y tener un gozo indescriptible.
Pasa un tiempo meditando en como Dios te salvó. Tus pecados del pasado han sido perdonados a causa de Jesú. Tienes paz para sobrepasar el poder de lo que está posiblemente siendo una tentación hoy con la ayuda del Espíritu Santo.Puedes confiar que un día Él secará todas tus lágrimas. Así que dejemos que nuestra alabanza comience hoy.
En esta temporada de adviento, podemos alabar a nuestro Salvador sin reserva alguna. Con nuestras manos levantadas en alto en adoración, levantemos nuestros corazones al Señor con júbilo y cantemos, “Yo se que mi Dios tiene una respuesta para mi. Al Salvacion esta aqui.”
Lyli Dunbar
Semana 3 – Desafío de la Semana
“Si miras al mundo, te angustiarás. Si miras a tu interior, te deprimirás. Si miras a Dios, descansarás”. (Corrie Ten Boom)
María nos muestra bellamente en su canto de alabanza que podía descansar e incluso regocijarse en Dios a pesar de sus difíciles circunstancias. Mientras estudiamos el Magnificat esta semana, intenta pensar en cosas concretas por las que puedas alabar a Dios.
Semana 3 – Plan de Lectura
Semana 3 – Versículo a Memorizar