¿Sabes Quién es Jesús?

 

Natanael exclamó: —¡Rabí, tú eres el Hijo de Dios! ¡Tú eres el Rey de Israel! –Juan 1:49

 

¿Cómo describirías a Jesús?

 

En nuestra lectura de hoy, nos encontramos con Natanael, quien no estaba convencido de quién era Jesús. Su amigo Felipe vino a compartir la gran noticia de encontrar “aquel sobre el cual Moisés escribió en la ley, y sobre el cual también escribieron los profetas: Jesús de Nazaret, el hijo de José”. Pero Natanael se mostró escéptico y dudó de Felipe.

 

No sé ustedes, pero yo me identifico con Natanael. Si estuviera ocupándome de mis asuntos diarios y una amiga viniera a compartir tan buenas noticias, yo también lo dudaría. Me gustaría escuchar acerca de todas las pruebas y todos los hechos antes de creer.

 

Sin embargo, cuando Felipe llevó a Natanael a ver a Jesús, las cosas cambiaron. Siempre es así: todo cambia cuando te encuentras con Jesús. Jesús, por supuesto, conocía a Natanael y lo saludó con conocimiento sobrenatural. Verás, Jesús no solo sabía quién era él, también conocía su corazón. Jesús conoce nuestros corazones y nuestras actitudes, así como lo que necesitamos. Sabía que Natanael tenía dudas y le proporcionó exactamente lo que Natanael necesitaba para creer.

 

Y aquí viene el poder de nuestras palabras y comunicación verbal: la respuesta de Natanael al Jesús que lo conocía y le demostró que Él mismo era el Mesías, fue exclamar: “Rabí, tú eres el Hijo de Dios; ¡tú eres el rey de Israel!”

 

¡Qué cambio de corazón!

 

En unos pocos versículos cortos, vemos un giro completo de los acontecimientos.

 

De la duda a la fe. De la muerte a la vida.

 

Cuando te pregunté al principio cómo describirías a Jesús, quizás pensaste en lo que ha hecho por ti, Sus cualidades o los dones que recibes a través de Él. Todas estas son cosas buenas, pero ¡cuán poderoso es el recordatorio que nos deja Natanael a nosotras acerca de quién es Jesús: el Hijo de Dios y Rey de Israel que da vida!

 

Si no has puesto tu confianza en Jesús, me encantaría animarte hoy a conocerlo más. Aprende quién es Él, lee la Biblia y pide a los cristianos que te rodean que te digan quién es Jesús. Escucha sus testimonios, tal como Natanael escuchó el de Felipe. Entonces acércate y conoce a Jesús tú misma. Dios dice en Su Palabra que lo encontraremos cuando lo busquemos de todo corazón (Jeremías 29:13). Jesús murió por ti, y Dios te ama mucho. Sigue siendo curiosa, deja que otros te hablen de Él, y si decides poner tu fe en Él, ¡experimentarás la transformación de vida más asombrosa!

 

Si has estado siguiendo a Jesús por algún tiempo, tómate un momento ahora para recordar Su fidelidad hacia ti y la gracia, el amor y el perdón que te ha extendido desde que llegaste a amarlo por primera vez. Deja que tu corazón se llene de Su bondad hasta que desborde, hasta que no puedas evitar proclamar en voz alta a todos los que escuchen: “Rabí, Tú eres el Hijo de Dios; ¡Tú eres el Rey de Israel!”

 

 

Petra

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