Reflejando Su Bondad

Las relaciones pueden ser difíciles.

El otro día, estábamos teniendo un momento de aprendizaje en nuestra familia cuando tuve que sentar a uno de los niños y hacerle la pregunta: “¿Te gustaría que alguien te tratara y te hablara de la misma manera que lo hiciste con tu hermano?” Si eres profesora, madre o de alguna manera trabajas con niños, estoy segura de que haces esta pregunta con regularidad.

Recuerdo que cuando era niña, mi mamá me citó Lucas 6:31: “Brittany, trata a los demás de la misma manera que te gustaría que te trataran a ti”. Entonces, cuando pienso en este versículo y en nuestro pasaje de hoy, a menudo pienso en esta lección que se les enseña a los niños pequeños. Y, sin embargo, el evangelio de Lucas no estaba dirigido a los niños. Fue escrito para gentiles de todas las edades, pero pensando en una audiencia más adulta. Este verso no es solo algo que los niños pequeños necesitan practicar, es algo con lo que los adultos también debemos luchar. Aunque hemos simplificado esta lección a una historia bíblica para niños, resulta que en realidad es muy difícil de vivir como adulto.

Lucas 6:31-36 nos muestra cómo es tratar a los demás de una manera que honra a Cristo. El versículo 32 dice: “Si aman a los que los aman, ¿qué mérito tienen? Porque también los pecadores aman a los que los aman.” Lucas no solo está hablando de amistades fáciles, sino de esas difíciles y complicadas. Pero no se detiene ahí, lo lleva aún más lejos. No solo debes ser amigo de los que no te aman, sino que estás llamado a hacerles el bien (v. 33), a prestarles cosas a los que no pueden pagarte (v. 34), amar a tus enemigos, hacerles el bien y prestarles tus recursos sin esperar nada a cambio (v.35).

Así es como se ve el amor del Evangelio cuando se vive en nuestras relaciones.

No sé para ti, pero este pasaje parece mucho más fácil cuando simplemente estamos “siendo amables” y “amando” a las personas que queremos. No obstante, realmente este tipo de amor, este tipo de relación incondicional, es contracultural. Quiero que te tomes un momento y evalúes lo que dice tu cultura específicamente sobre las relaciones. 

Por ejemplo, mi cultura puede ser diferente a la tuya, pero mi cultura me dice que las relaciones son por diversión. Existen para traer felicidad y si alguien se pone difícil, entonces ya no necesito esa energía tóxica en mi vida. Según mi cultura, tengo todo el derecho a abandonar la relación cuando deja de satisfacer mis necesidades. Quizás tu cultura tiene expectativas diferentes sobre las relaciones, pero sea lo que sea, piensa en lo que dice este pasaje sobre las relaciones en comparación con el mundo que te rodea.

Y ahora, quiero que imagines cómo sería tu esfera de influencia si vivieras los mandamientos que se te piden en Lucas 6. ¿Quién en tu vida te es especialmente difícil amar? ¿A quién considerarías un enemigo, o tal vez no un enemigo, sino alguien a quien tratas de evitar? ¿Quién se daría cuenta y se sentiría atraído por las Buenas Nuevas de Jesús por la forma en que vives el amor del Evangelio en tus relaciones?

Hermana, las Escrituras nos dicen que el mundo sabrá que somos hijas de Dios debido a nuestro amor mutuo (Juan 13:35). ¡Qué oportunidad para señalar el amor incondicional de Cristo, amando no solo a nuestros amigos sino también a nuestros enemigos!

Así que volvamos al principio. Las relaciones pueden ser difíciles, sí. Pero las relaciones difíciles no son más que oportunidades para reflejar la imagen misma de Dios, porque “Él es bondadoso para con los ingratos y perversos.” (Lucas 6:35).

Amiga, dedica hoy un tiempo a orar por las personas que te vinieron a la mente por primera vez cuando respondiste las preguntas anteriores. Pero también, ora para que Dios ablande tu corazón y que puedas amarlo con todo tu corazón, alma y mente, y Él te ayude a amar a tu prójimo (¡a tus amigas como a tus enemigas!) tanto como a ti misma. Este es el mayor mandamiento que Él nos ha pedido que sigamos como hijas de Dios, reflejando Su bondad en esta tierra.

Brittany

 

Semana 3 – Desafío

Comprométete a ser una amiga completamente confiable esta semana. Si cometes un desliz y  hablas de más sobre alguien o compartes algo que no deberías, trabaja intencionalmente para desarrollar hábitos que fomenten el amor y la confianza en la amistad en lugar de disensión.

 

Semana 3 – Plan de Lectura 

 

Semana 3 – Versículo a Memorizar 

 

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