Permanecer en Jesús parece algo muy sencillo, ¿verdad? Solo hay que mantenerse en unidad con Jesús, obtener nuestra fuerza sólo de Él y vivir en Su amor. Pero en la práctica, permanecer resulta un poco más desafiante, especialmente en un mundo que nos empuja en tantas direcciones. ¿Por qué resulta tan difícil permanecer arraigados a Él, dejando que Su amor, paz y propósito moldeen cada parte de lo que somos? Veamos lo que encontramos en el contexto de las palabras de Jesús en Juan 15.
La noche antes de ser traicionado, Jesús reunió a Sus discípulos para una cena juntos la cual conocemos como la Última Cena. Con solo horas antes de Su arresto, sabiendo el sufrimiento que lo esperaba —no solo Su propia crucifixión, sino también las pruebas, temores y desafíos que Sus discípulos pronto enfrentarían— Jesús expresó Sus últimas palabras con cuidado. Y allí, Su mensaje fue claro: “Permaneced en Mí”.
Las palabras de Jesús en Juan 15 son el corazón de Su enseñanza final. Él sabía que sus discípulos pronto estarían dispersos, asustados y se enfrentarían a un mundo que se sentiría oscuro y confuso sin su presencia física. Sabía que necesitarían algo que pudiera sostenerlos y llevarlos a través de los días más difíciles. Por eso los instó a permanecer en Él, así como las ramas están conectadas a la Vid. Permanecer en Él se convertiría en su salvavidas, en la fuente de fortaleza, esperanza y resiliencia para lo que estaba por venir.
Así como sus discípulos necesitaban permanecer en Él para navegar por lo desconocido, nosotros también necesitamos mantenernos arraigadas en Jesús para enfrentar las luchas, incertidumbres y distracciones de nuestras propias vidas. El secreto para vivir en abundancia, nos enseña Jesús, es dar fruto. Y cuanto más cerca estamos de Él, más frutos duraderos dará nuestra vida.
En este estudio, analizaremos lo que significa permanecer en Cristo, acercarnos a Él diariamente y dejar que Su vida fluya a través de nosotros. Al leer sus últimas palabras a sus discípulos, aprenderemos cómo permanecer arraigados en Él, no solo en los momentos fáciles, sino también en las pruebas, los desafíos y los momentos inesperados. Juntas, descubriremos la paz, la fortaleza y la vida abundante que proviene de permanecer cerca de la Vid verdadera.
Jesús nos invita a permanecer en Él. Al hacerlo, encontramos el gozo y el propósito de una vida vivida plenamente para Su gloria.
Permanecer en Él se convertiría en su salvavidas, en la fuente de fortaleza, esperanza y resiliencia para lo que estaba por venir.
Ama a Dios Grandemente