Párate Firme y Mira Hacia Arriba 

 

No es difícil ver que estamos viviendo en días que parecen muy diferentes a los de hace unos pocos años. Están ocurriendo muchas cosas en el mundo que nos han dejado con nuestra cuota de preguntas, pesadez, lágrimas y confusión.

 

Y, para ser realistas, no necesitamos una “alerta especial” para reconocer que habrá tiempos difíciles por venir: ¡Jesús nos dijo que los esperáramos! Jesús no dijo que sería más fácil o que no habría problemas en los últimos días, pero sí dijo que nos animáramos, tuviéramos valor y recordáramos que Él ha vencido al mundo (Juan 16:33). Mientras tengamos aliento en nuestros pulmones y estemos vivas, tenemos la obligación de resistir y aferrarnos a Jesús, a Sus caminos, a Su Palabra y a Su verdad.

 

Si tu corazón se ha sentido abrumado y tal vez te sientes aprensiva sobre las cosas que están sucediendo, te animo a mantener la cabeza en alto. Mantente firme en la Palabra de Dios y en Su verdad con valor, confianza y esperanza. Mantente lista y expectante, porque aquí está la hermosa promesa que tenemos frente a estos días inciertos: ¡Jesús vendrá pronto!

 

Esta promesa en Apocalipsis 3:11 es para recordarnos que, sin importar las dificultades, la persecución, el dolor, las batallas, las decepciones e incluso las tragedias que enfrentemos, todo es breve a la luz de la eternidad. La Biblia dice en Lucas 21:28: “Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza porque vuestra redención está cerca.” Estas cosas -estas señales que nos rodean- nos recuerdan que Dios tiene el control y que Jesús volverá pronto, con gloria y poder.

 

 

Son estos tiempos difíciles sin precedentes los que nos siguen señalando el glorioso final que sabemos esperar: que esto no es todo lo que hay. Su promesa viene ligada al compromiso de aguantar con firmeza, de resistir. Es importante que lo hagamos. Por muy largos y agotadores que parezcan los días, por muy difíciles que sean algunas de las experiencias a las que nos enfrentamos, si no nos rendimos, si nos aferramos a Él, si aguantamos con firmeza hasta el final, no quedaremos decepcionados. Saldremos verdadera y eternamente victoriosos.

 

Independientemente de cuándo o cómo termine nuestra vida aquí en la tierra, para aquellos que han aceptado a Jesús como su Señor y Salvador, sabemos dónde pasaremos la eternidad. Y un día, ya sea en días o años o décadas, Jesús vendrá de nuevo por todos los que permanecen y han puesto su confianza y fe en Él.

 

Aprovechemos al máximo cada día que se nos ha dado y vivamos pensando en la eternidad. Aprovecha cada oportunidad para hablar a otros de Jesús. Cuando lleguen los días difíciles, mantente firme y mira hacia arriba. Este mundo no es nuestro hogar. Esto no es todo lo que hay en la historia. No es un final, sino un verdadero comienzo. Hay una eternidad al otro lado de esta vida en la tierra, y amiga, verás que todo lo que has soportado habrá valido la pena. Hasta que Él regrese, aguanta con firmeza, obedece Su Palabra, mantente en Su verdad, y aférrate a Su inquebrantable y preciosa promesa de que Él vendrá pronto. ¡Aleluya!

 

Andrea

 

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