“Amán dijo: «Además, la reina Ester me invitó sólo a mí para acompañar al rey al banquete que preparó. Y también mañana estoy invitado junto con el rey. Sin embargo, todo esto no me satisface mientras tenga que ver al judío Mardoqueo sentado a la puerta del rey»”. (Ester 5:12-13)
Ah, Amán, el villano de la historia. Aquel a quien nos encanta despreciar. El embaucador orgulloso. Si esto fuera una película de Disney, cuando Amán entra en escena, sonaría la música diabólica. Y aun así…
No puedo evitar sentir lástima por ese sinvergüenza. Amán ansiaba importancia por encima de todo. Y no sólo el ser importante, sino que todos lo supieran y lo vieran. Se sentía bastante orgulloso de que sólo él fuera convocado a la fiesta con los dos reyes, pero Mardoqueo realmente lo sacaba de quicio. Cuando Amán salió alegre, contento de corazón, al ver que Mardoqueo no se levantaba ni temblaba ante él, se llenó de ira (Ester 5:9). Mardoqueo, una vez más, no le muestra el debido respeto a Amán, y esto lo enfurece. Como el ego de Amán es tan frágil, no se necesita mucho para hacerlo tambalear.
Un comentarista escribe: «Sus emociones eran influenciadas por su ídolo, que era el respeto público. Cuando lo alimentaban, se sentía bien; pero cuando lo desafiaban, lo llevaban a la malicia y la ira… Su alegría y su ira eran simplemente expresiones externas de la idolatría de su corazón».
Amán es realmente una imagen con la que podemos compararnos. Hizo un ídolo y todo su bienestar emocional estaba ligado a él. Debido a este ídolo, siempre quedaba un vacío en el centro de todo, especialmente cuando algo perturbaba su necesidad de respeto público.
Una vez más, me veo reflejada en Amán. ¡Qué rápido caigo en la trampa de la idolatría y busco significado fuera de mi identidad en Cristo! ¿Te ves reflejada? ¿A qué ídolo en tu vida te aferras desesperadamente para encontrar significado?
Aquí hay algunos de los comunes:
- ¿Es la apariencia física o el peso?
- ¿Necesidad de aprobación o de ser apreciado en redes sociales?
- ¿Necesidad de tener todo bajo control? ¿De ser visto como alguien que lo tiene todo bajo control?
- ¿Ser popular o estar incluido en grupos sociales?
- ¿O [rellena este espacio en blanco]?
La buena noticia, no, la GRAN NOTICIA, es que el evangelio ha respondido a nuestra necesidad de significado, brindándonos la capacidad de encontrar nuestro valor más allá de lo que otros piensen de nosotros. Tenemos un Dios que nos ama pase lo que pase, incluso a pesar de nuestro pecado. Y esto es algo que desearía que pudiéramos volver en el tiempo y decirle a Amán. Por mucho que lo intentes, nunca estarás satisfecho buscando significado fuera de Cristo. Pero no estoy segura de que él hubiera escuchado.
Nosotros, en cambio, tenemos la oportunidad de arrepentirnos de nuestra idolatría y volver nuestros corazones a Cristo.
Así que déjame preguntarte: ¿A qué sigue acudiendo tu corazón para encontrar significado? ¿Te ha satisfecho? La satisfacción se encuentra hoy en Jesús. Él está abierto y esperando.
Todo por Jesús,
Joy