El Evangelio de Juan es el recuento completo del ministerio de Jesús. Sin embargo, este difiere de lo escrito en Mateo, Marcos y Lucas. Si bien cada relato de los Evangelios muestra claramente a Jesús como el Hijo de Dios, el Mesías del mundo, cada relato destaca diferentes aspectos del ministerio de Jesús. El Evangelio de Juan se enfoca en las siete señales que Jesús realizó y las siete afirmaciones que hizo. Estas señales y afirmaciones nos refuerzan el mensaje principal de que: Jesús es el Hijo de Dios y el único camino a la vida eterna.
Este libro está dividido en tres escenas principales: el ministerio público de Jesús (1:19–12:50), Su ministerio privado (13:1–17:26), y los juicios, la muerte y la Resurrección de Jesús (18:1–21:25). En la primera escena, Jesús se revela al público por medio de siete señales milagrosas y cinco afirmaciones. Las dos declaraciones finales que Él hace sobre Sí mismo se encuentran en la segunda escena, en Su ministerio privado con Sus discípulos. Finalmente, la tercera escena nos ofrece la prueba de que Jesús es la Deidad como es descrito en los eventos después de Su muerte y la milagrosa resurrección.
El autor del Evangelio de Juan no se identifica en el libro, pero se autodenomina “el discípulo amado de Jesús” (Juan 21:7). Los eruditos han estado tradicionalmente de acuerdo en que el apóstol Juan fue su autor. Este Evangelio está fechado mucho más tarde que los otros, alrededor del año 85 d.C. y el 95 d.C.
Mientras estudiamos este Evangelio, nuestro desafío será leerlo con nuevos ojos. En lugar de abordar el texto con todo lo que quizás ya sepas sobre la vida y el ministerio de Jesús, lee el Evangelio de Juan como si fuera la primera vez. Juan esperaba que sus lectores hubiesen escuchado sobre Jesús, o por lo menos sobre Su muerte y Su resurrección, pero este Evangelio llena muchos detalles y prueba por qué Jesús es el Hijo de Dios. Al leer este libro, léelo como una obra literaria, manteniendo los personajes, el ambiente y la trama en mente mientras lees. Juan tenía un mensaje central que compartir con sus lectores: Jesús es el Hijo de Dios y el único camino a la vida eterna. Estudiemos este Evangelio y permitamos que la Palabra de Dios transforme nuestros corazones y mentes a medida que descubrimos quién es Jesús.
