A la mañana siguiente, me senté en la fila de espera de uno de los partidos de fútbol del colegio con mi hija. Las dos estábamos cansadas y frustradas por el resultado del partido, y ella me estaba contando todas las cosas que no salieron bien según lo planeado del partido de fútbol. Era una lista extensa que incluía todo, desde tener que cambiar camisetas a un campo lleno de baches, pasando por un mal arbitraje y jugadoras prepotentes. Y cada infracción comenzó con: “No es justo…”
Aunque yo estaba de acuerdo con todos sus puntos, lo que me vino a la mente fueron las palabras de una de sus entrenadoras. Durante el partido, mientras las jugadoras se sentaban en el banquillo sintiéndose frustradas y menospreciadas, su entrenadora les dirigió unas palabras firmes pero amables. Culpar del resultado del partido a toda la “injusticia” nunca las ayudaría a crecer como jugadoras y como equipo. Por lo general, en los deportes no existen ejercicios que se realicen en los entrenamientos que hagan que un árbitro vea todo de manera justa. Por lo tanto, en lugar de enfocar sus energías y sus emociones en las cosas que no pueden cambiar, su entrenadora las animó a enfocarse en lo que podían cambiar.
Nunca es fácil decirle a tu hijo(a) que la vida no es justa, pero he visto lo suficiente como para saber que esta no será la única decepción o frustración que experimentará mi hija. La gente tendrá compañeros favoritos, los compañeros de clase se llevarán el mérito de un trabajo que no hicieron, a alguien le ofrecerán el ascenso en su profesión por el trabajo que tú realizaste con gran esfuerzo, y esto es más que suficiente para que te den ganas de rendirte.
Estoy segura de que los hermanos de José tuvieron momentos de “no es justo” al ver que su hermano menor era tratado con un favoritismo flagrante. Ya era bastante difícil vivir con el hecho de que su padre claramente amaba más a José, y ahora estaba teniendo múltiples sueños que indicaban que algún día toda la familia se inclinaría ante él. Esto ya era demasiado. Seguiremos leyendo lo que los hermanos de José eligieron hacer como resultado de su frustración, pero sobre todo en cómo se centraron en eliminar la causa en lugar de cambiar sus corazones.
Dios estaba preparando el camino para que a José se le confiara mucho más de lo que indicaban sus sueños. José sería el hombre que se interpondría entre la vida y la muerte por todo Egipto, ya que Dios lo puso en posición de preparar a la nación para la hambruna que se avecinaba. Fue un plan que tomó muchos años de sacrificio y fidelidad firme en las pequeñas cosas antes de que José estuviera listo para todo lo que Dios tenía para él.
“El que es fiel en lo muy poco, es fiel también en lo mucho; y el que es injusto en lo muy poco, también es injusto en lo mucho.” – Lucas 16:10
La vida no es justa, pero nuestro Dios sí lo es, y podemos confiar en Él y en Sus planes. No te rindas. Cuando te sientas ignorada, apartada y derrotada, mantente firme. Trabaja en las cosas que puedes cambiar. Acércate más a Dios, lee Su Palabra, fortalece tu carácter, refina los dones con los que Él te ha bendecido y practica ser fiel en los momentos pequeños e invisibles. Un día podrás mirar hacia atrás y verás cómo Dios te preparó para algo más de lo que jamás podrías imaginar.
Cristal