No Más Vergüenza.

 

 

La vida de David estuvo marcada por una especial unción y fuerza desde temprana edad. Las historias que leemos de David en la biblia son legendarias: mató a un oso y a un león con sus manos, venció a Goliat con una piedra y una honda, fue ungido como rey de Israel cuando era un joven pastor de ovejas. Estos son solo algunos de los hechos por los que se destacó.

Pero luego David hizo lo impensable. Cometió adulterio. Luego cometió asesinato en un intento de cubrirlo. Si había una persona que debía sentir vergüenza, ese era David. Fue desde lo más alto a lo más bajo.

Quizás te veas identificada de alguna manera. Cualquiera sea tu historia, ya sea que hayas hecho cosas similares a las de David, quizás cosas que incluso nadie más sabe, o has experimentado la vergüenza de alguna decisión que te llevó a tu peor error.

David trató de encubrir su pecado, y nosotras frecuentemente hacemos lo mismo. Dios se interesa demasiado por nosotras como para dejarnos seguir avanzando en un ciclo de encubrimiento sin darnos una salida. La vergüenza prolonga el pensamiento de que estamos solas en el hoyo del pecado y que no hay salida alguna. Dios rescata nuestra vida del hoyo y nos corona de bondad y compasión (Salmo 103:4). Lo que David trató de cubrir, Dios en Su gracia descubrió, con el propósito de cubrir a David con verdad y gracia.

“No nos ha tratado según nuestros pecados, ni nos ha pagado conforme a nuestras iniquidades. Porque como están de altos los cielos sobre la tierra, Así es de grande Su misericordia para los que le temen.” Salmo 103: 10-11

Dios no trata con nosotras según lo merecemos por nuestros pecados. David no merecía ser llamado “un hombre conforme al corazón de Dios” después de lo que había hecho. Sabemos que en el corazón de Dios no hay nada que tenga que ver con el engaño, asesinato, deshonestidad, o manipulación. ¿Por qué permitiría Dios que un hombre que clara y deliberadamente pecó de esta manera aún fuera llamado así?

Ni aún nuestros peores pecados pueden separarnos de Su amor. El amor de Dios es como una bandera en el cielo diciendo: ”Te amo. Aún eres mía. Lo que hiciste no te define. Al seguirme, al venir con un corazón contrito y arrepentido, verás que no te rechazaré”.

Lo que hizo a David un hombre conforme al corazón de Dios, fue la decisión de no permanecer en la esclavitud y opresión de la vergüenza y hallar libertad con un corazón contrito y humillado.

“Los sacrificios de Dios son el espíritu contrito; Al corazón contrito y humillado, oh Dios no despreciarás.” Salmo 51:17

El enemigo quiere susurrarnos: “Debería darte vergüenza”, en los rincones oscuros de nuestros fracasos, pero el fiel amor de Dios y Su gracia se levantan sobre nosotras en plena luz y nos dice: “No más vergüenza.”

 

Ten en cuenta esto: Aún a pesar de tu peor error, tu secreto más oscuro, eso que pensabas que definía tu vida con tanta vergüenza, Dios rompe con la vergüenza, más aún, Él tiene un hermoso y maravilloso propósito y un plan para tu vida. No eres la vergüenza de tu pasado. Ya no más vergüenza, en el nombre de Jesús, y camina en la libertad de Su perdón y fiel amor por tí.

 

Andrea

 

Semana 3 – Desafío

Esta semana, ora y pídele a Dios que te ayude a arrepentirte de cualquier cosa de tu pasado que todavía te tiene atrapada y a abrazar la gracia que Él te extiende con amor. Pídele que te ayude a ver el beneficio que puedes sacar de ese dolor y cómo se puede utilizar para un propósito mayor. Escribe la oración en tu diario y también escribe cómo Dios responde esa oración.

 

Semana 3 – Plan de Lectura

 

Semana 3 – Versículo a Memorizar

 

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