¿Alguna vez has visto a alguien sufriendo mucho? Es peor si se trata de alguien a quien conoces y quieres. Puede ser difícil saber qué hacer. El amor debería motivarnos a querer hacer algo por esa persona. A menudo, a los hombres les resulta muy difícil ver a sus esposas sufriendo tanto cuando están de parto y no pueden hacer nada.
Una definición de compasión es “sufrir juntas”, ver el sufrimiento de otra y sentirse motivada para aliviar su sufrimiento.
Justo antes de la lectura de hoy, el pueblo de Dios estaba siendo reprendido por Dios, por pretender hacer lo correcto. Había estado ayunando para Dios cada año durante 70 años, pero Él les preguntó en el versículo 5: “¿Era realmente para Mí?”. En este contexto, estos versículos de instrucción llegaron al pueblo de Dios. Hay 3 cosas que Dios les dijo que hicieran en el versículo 9:
- Ejercer juicio verdadero. Esto abarca mucho, desde saber lo que está bien y lo que está mal, así cómo vivir sabiamente, considerando en cada circunstancia el curso de acción más sabio.
- Muestra hermandad. Todas ustedes son parte de la familia de Dios, así que ámense las unas a las otras.
- Muestra compasión. Muéstrate motivada para ayudar a aliviar el sufrimiento de las demás.
A menudo se describe a Jesús como una persona compasiva, especialmente con los enfermos. Se sentía conmovido a curar sus enfermedades e incluso a devolver la vida a las personas. En un momento dado, Jesús miró a la multitud con compasión, diciendo que eran como ovejas sin pastor (Mateo 9:36). En Juan, Jesús se describe a Sí mismo como el Buen Pastor que da Su vida por las ovejas (Juan 10:10-11), lo que sabemos que hizo en la cruz.
Vivimos en un mundo en el que vemos muchas malas noticias. Podemos sentirnos abrumadas por tanto dolor en el mundo. Esto puede incluso llevarnos a endurecernos. Lamentablemente, el pueblo de Dios a menudo “Pero ellos rehusaron escuchar y volvieron la espalda rebelde… endurecieron sus corazones como él diamante”. (Zacarías 7:11-12).
Aunque hay momentos en los que es prudente dejar de ver las noticias porque están pasando tantas cosas que nos hacen sentir pesadez, también puede ayudarnos a motivarnos hacia la acción, ayudando a los demás, tanto a los que están cerca de nosotras como a las que están más lejos.
Hay muchas organizaciones caritativas que hacen un trabajo fantástico. Si estás pensando en donar a una organización caritativa, te recomiendo que les eches un vistazo, que veas lo que hacen, cómo lo hacen y cómo gastan su dinero. ¿Ejerce juicio verdadero? Si estás contenta, entonces da lo que el Señor ha puesto en tú corazón.
Pero el dinero no es la única manera de ayudar. También puedes dedicar tiempo a caminar al lado de las demás en los días difíciles. Puede significar compartir una comida e invitarlas también a ver el desorden de nuestras vidas.
También puede haber lugares en los que te puedas ofrecer como voluntaria. Las iglesias de nuestra ciudad han creado un banco de alimentos para ayudar a quienes no pueden cubrir sus necesidades básicas y las de sus familias. Es una forma muy práctica de mostrar el amor de Dios.
Somos retadas sobre eso en 1 Juan 3:17:
“Pero el que tiene bienes de este mundo, y ve a su hermano en necesidad y cierra su corazón contra él, ¿cómo puede morar el amor de Dios en él?”
Tómate un tiempo para orar y pedir a Dios que te ayude a ser sabia y compasiva. Pídele que te ponga en mente las necesidades de los que ya conoces. Piensa bien sobre en lo que puedes hacer sabiamente y compasivamente para ayudar. Pide a Dios que te ayude a conocer mejor a las personas de tu entorno y de otros países que necesitan ayuda, como las organizaciones misioneras que ayudan a la Iglesia percudida o una organización sin fines de lucro que ayude a rescatar a mujeres y niñas del tráfico sexual.
Cuando estamos abiertas a las formas en que Dios nos usa, para satisfacer las necesidades de los demás, vemos que Él nos provee y nos usa para hacer avanzar Su reino de una forma que nunca pensamos que fuera posible.
Julie
