Lo mejor está por venir

 

Amiga, vivir en el quebrantamiento y el pecado de nuestro mundo es difícil. Sé que hay días en que nuestros corazones anhelan la gloria y nuestras mentes necesitan reposo. Descansar de los “y si…”, descansar de los miedos y descansar de lo desconocido. Aprender a navegar a través de temporadas de incertidumbre, cambio y desafíos interminables enfocando nuestros corazones y mentes en las verdades de la Palabra de Dios puede ayudarnos a enfocarnos en la seguridad y esperanza que Dios tiene para nosotras.

 

Hoy podemos consolarnos con la Palabra de Dios. Dios es un Padre bueno, bueno, y se deleita en recordarnos las promesas que necesitamos escuchar.

 

Así que, a pesar de las tormentas y los desafíos que enfrentas hoy, te prometo que terminarán. No tendremos desafíos para siempre. Un día, ya no viviremos en una tierra contaminada por el pecado. Debido a la increíble obra que Jesús hizo en la cruz para el perdón de nuestros pecados, así como el increíble regalo gratuito de la salvación que se encuentra a través de la fe y no en las cosas de este mundo, podemos cambiar una esperanza temporal por una esperanza eterna y viva que nunca termina.

 

Esta verdad nos reconforta. Incluso en nuestros peores días, todavía tenemos mucho que esperar. Lo mejor está realmente por venir… así que agárrate fuerte, dulce amiga.

 

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según Su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, para obtener una herencia incorruptible, inmaculada, y que no se marchitará, reservada en los cielos para ustedes.” 1 Pedro 1:3-4

 

Sirves a un Dios grande y lleno de misericordia. Debido a la resurrección de Jesucristo, se te ha dado un “nuevo nacimiento a una esperanza viva”, una esperanza que nunca termina. Esta esperanza viva no es un sentimiento temporal o pasajero. Es una esperanza que está arraigada en la victoria y el poder interminable de Jesús. Es una esperanza que transforma nuestras vidas y nos capacita para afrontar cada día con valentía y resistencia, sabiendo que nuestro futuro está asegurado en Él.

 

No sólo tenemos esta esperanza transformadora a la que aferrarnos, sino que se nos ha dado una herencia que es “incorruptible, incontaminada e inmarcesible”. En un mundo donde todo parece deteriorarse, donde la belleza se desvanece, y donde incluso las inversiones más seguras pueden evaporarse de la noche a la mañana, esta herencia nunca lo hará. La herencia que Dios nos da no está sujeta a los caprichos de nuestras economías, la política de nuestros países o la sabiduría de otros. Esta herencia la guarda Dios mismo en el cielo para nosotras.

 

Así que anímate, querida amiga. No importa a lo que te enfrentes hoy, ya sea a una pérdida personal, a la incertidumbre del futuro o a las luchas y los retos cotidianos, aférrate a esta asombrosa, interminable y viva esperanza que Dios nos ha dado con tanto amor. La herencia que nos espera en el cielo supera todo lo que podamos imaginar. Así que mantente firme en el Señor y en Sus increíbles promesas. Lo mejor está por venir. 

 

Ama a Dios Grandemente,

Angela

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Desafío de la Semana 1: Identifica una prueba o desafío actual en tu vida. Comprométete a orar diariamente, pidiéndole a Dios que te conceda gracia y fortaleza. Además, acércate a una amiga de confianza o mentora, comparte tu lucha y pide sus oraciones y aliento.

 

 

 

Semana 1 Plan de lectura: 

 

Semana 1 – Versículo a Memorizar

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