Libérate de la Culpa 

 

Pero cuando Cristo apareció como Sumo Sacerdote de los bienes futuros, a través de un mayor y más perfecto tabernáculo, no hecho con manos, es decir, no de esta creación, entró al Lugar Santísimo una vez para siempre, no por medio de la sangre de machos cabríos y de becerros, sino por medio de Su propia sangre, obteniendo redención eterna. Porque si la sangre de los machos cabríos y de los toros, y la ceniza de la novilla, rociadas sobre los que se han contaminado, santifican para la purificación de la carne, ¿cuánto más la sangre de Cristo, quien por el Espíritu eterno Él mismo se ofreció sin mancha a Dios, purificará nuestra conciencia de obras muertas para servir al Dios vivo?. Hebreos 9:11-14

Me encanta cómo el Señor siempre  tiene un mejor camino.  A lo largo de la Biblia podemos ver una y otra vez que cuando las cosas se veían sombrías, Dios siempre salía adelante.  De alguna manera abría un camino.

Las sendas antiguas no son necesariamente irrelevantes. En este caso las sendas antiguas del sistema de sacrificios eran una sombra temporal e imperfecta que nos señalaba a Jesús. Es importante recordar la senda antigua. Incluso en nuestras propias vidas hoy,  la mayoría de las veces, las nuevas sendas tienen la oportunidad de ser mejores, si no olvidamos las sendas antiguas. Las antiguas y nuevas trabajan juntas.

El Antiguo Pacto nunca removió el pecado, sino que simplemente lo cubría.

Fue el sacrificio de sangre voluntario de Jesús “Yo pongo Mi vida” lo que cambió todo.

Jesús no solo era limpio exteriormente, sino que internamente era sin mancha, lo que le hizo el Sumo Sacerdote perfecto  y el sacrificio total, final, y completo para entrar en el Nuevo Pacto.  Este era el plan de Dios desde el principio.

Este Nuevo Pacto era mejor que el Antiguo porque ya no tenemos acceso limitado a Dios. Ahora, tenemos acceso ilimitado.  Ya no tenemos una solución temporal; tenemos una solución permanente para nuestro pecado.

Pero aún hay más…

¡Jesús; la sangre no solo limpia nuestra conciencia, sino que continúa dándonos la oportunidad de servir al Dios viviente!

Piensa en estos dos puntos por un momento.

Fue la sangre de Jesús la que pudo alcanzar y purificar nuestra conciencia.  Esto era imposible de lograr por cualquier otra persona o animal.

Si en algo eres como yo, entonces entiendes cómo la culpa puede ser paralizante. Te puede estancar. La culpa de mamá siempre tiene una forma de entrometerse, sigue tocando a mi puerta especialmente en esta pandemia que todas estábamos viviendo.

Como madre soltera con dos niños pequeños, convertirme en una madre que trabaja desde casa, y que estudia en casa durante la noche no fue poca cosa, como mínimo abrumador.  Es como si me hubiera ido a la cama mirándome en uno de esos espejos que magnifican cada defecto. Analizo profundamente mi actuar cada día.  Me quedé corta.  Todas nos quedamos cortas.  Ninguna de nosotras estamos cerca de amar a Dios con cada fibra de nuestro ser, o  amar a aquellos que nos rodean como se nos ordena hacer.

He sido culpable de creer la mentira de que si hago lo suficiente para Dios, Él me perdonará o estará más feliz conmigo.  Nuestras mentes deben ser moldeadas y renovadas día a día o  caeremos en la trampa del egocentrismo. La única respuesta es la sangre de Cristo. Cuando la condenación venga a ti, ¿A dónde irás?  Hebreos 9:14  nos da la respuesta: a la sangre de Cristo.

Nuestra salvación y perdón vienen de la sangre de Jesús. ¡Hemos sido perdonadas por la gracia de Dios y por la sangre de Jesucristo! Por eso somos libres de servirle.

Mostrar amabilidad, amor, misericordia, generosidad, perdón y aliento son todas formas tangibles en que podemos servir al Señor diariamente, sin preocuparnos la época en que estemos.  La sangre de Cristo no solo fue derramada para limpiar nuestra conciencia, sino que nos da la oportunidad de servirle. Servir con una conciencia culpable solo nos conduce a obras muertas.

Mi oración para mí y para ti es que creamos exactamente lo que Dios dice acerca de Él. Que  creamos exactamente lo que Dios dice acerca de Su hijo.  Que creamos exactamente lo que Dios ha dicho sobre la solución de nuestros problemas de pecado. Podemos confiar y servir a Jesús con la conciencia tranquila y con todo nuestro corazón.

¡Qué honor es estar con Cristo y ser parte de una historia más grande de la que podríamos imaginar! Vale la pena perseguir y luchar por este tipo de vida y libertad..

 

Kelli

 

 

 

 

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