¡Levanta Voces de Júbilo!

 

“El Señor tu Dios está en medio de ti, Guerrero victorioso;

Se gozará en ti con alegría, En Su amor guardará silencio,

Se regocijará por ti con cantos de júbilo.”

 

En este hermoso texto en el que meditamos hoy, Dios se dirige a Su pueblo, Israel, que estaba viviendo un período de decaimiento espiritual, ellos estaban lejos de Él, y les dio un rey (Josías), que fue justo ante Sus ojos, y profetas (Jeremías, Habacuc, Nahúm y Sofonías), que los ayudarían a enderezar sus vidas y volver sus ojos a su Creador. 

 

Durante más de cuarenta años previos al reinado de Josías, el pueblo de Israel había vivido bajo malos gobernadores, todos ajenos a la ley de Dios, lejos de los mandamientos que Él había dado a Su pueblo. 

 

El rey Josías asumió su cargo muy pequeño, a la edad de ocho años.  Cuando llevaba diez años gobernando, y había limpiado la ciudad de la idolatría, el sacerdote Hilcías encontró el libro de la ley mientras era restaurada la casa de Dios. Desde ese momento el pueblo vivió bajo las normas que Dios le había entregado a Moisés, pero lamentablemente esto no duró más allá que ese reinado, porque el pueblo no había sacado la idolatría de sus corazones. 

 

Dentro de este contexto, Sofonías profetizó sobre la ira de Dios, sobre un juicio divino y la purificación del pueblo, pero también habla sobre Su misericordia y amor sobre la nación. El remanente fiel del Señor en aquel entonces había logrado encaminar a los habitantes de Judá en la senda que agrada a Dios.

 

Sofonías invita a cantar a los moradores de Sion, a que el pueblo alce su voz con júbilo por lo que Dios estaba haciendo en medio de ellos, ¿qué había hecho? Había apartado los juicios que ellos merecían, eliminado a sus enemigos y habitaba en medio de ellos (v.15). 

 

Vemos obrando la gracia de Dios y Su misericordia sobre Su pueblo para salvación y restauración. Al mismo tiempo, este pasaje tiene un significado profético sobre la segunda venida de Cristo. 

 

Así mismo, hoy podemos alzar nuestras voces en agradecimiento a Dios porque, gracias a Su Palabra revelada y al Espíritu Santo, sabemos que Jesús ya vino para salvación y un día volverá como Rey de Reyes para gobernar.

 

En esto debemos gozarnos y dar voces de júbilo, al recordar Su nacimiento virginal, Su encarnación en este mundo, y Su sacrificio en la cruz, este glorioso evento nos trajo consuelo, y esperanza, un Camino directo al Padre. 

 

Al igual que en el verso 15 del mismo pasaje, Dios apartó de nosotras Su juicio por la obra de Su Hijo Jesús, quedó restaurada nuestra relación con el Padre, y su Espíritu habita en cada redimido. Esto es motivo de gozo y agradecimiento, ver a diario el poder, la misericordia y la gracia de Dios obrando en nuestras vidas.

 

Un día la restauración será completa, cuando estaremos eternamente ante la presencia de Dios, con cuerpos glorificados, ya no más en cuerpos corruptibles que se desgastan, pecan y sufren, alabándole y gozándonos con Él. 

 

Gracias amado Padre por la esperanza que tenemos en Jesús, sabemos que un día seremos completamente restauradas y nunca más tendremos sufrimiento ni dolor, esperamos el regreso de Cristo anunciándolo y recordando Su primera venida, sabiendo que eres fiel para cumplir Tu Palabra en totalidad. En Cristo Jesús amén.

 

Andrea Donoso 

Chile

 

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