Adán vivió en el Jardín del Edén, un paraíso literal en la tierra. Fue perfecto en todos los sentidos. Adán y Dios tenían una gran y estrecha relación y, sin embargo…
Incluso en medio de un mundo sin la mancha del pecado, Dios vio a Adán y todavía quería más para él.
“Después dijo Dios el Señor: —No es bueno que el hombre esté solo: le haré ayuda idónea para él.” – Génesis 2:18
Eva fue creada como resultado del amor de Dios por Adán y Su deseo de que Adán tuviera una compañera, una ayuda, esa acompañante del tipo “te cubro las espaldas”. Alguien hecha sólo para él, que no sólo complementaría a Adán de un millón de maneras diferentes, sino que también le ayudaría a completar la misión que Dios le había encomendado.
“De la costilla que Dios el Señor tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: —¡Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Será llamada «Mujer», porque del hombre fue tomada.” – Génesis 2:22–23
¡Qué regalo Dios le dio a Adán! Es como si Dios hubiera guardado Su mejor regalo de la creación para el final. Casi se puede escuchar la emoción en la voz de Adán cuando habló de Eva por primera vez.
Dios sabía que el mundo necesitaba mujeres. No te olvides de eso. Si nadie te ha dicho nunca esto, déjame ser la primera. Eres deseada, valorada y amada. Eres vista y apreciada. Dios se deleitó en crear a Eva para Adán, no como alguien inferior, sino como una igual, alguien que estuviera a su lado. Alguien que se asociara con Adán para cumplir la misión que Dios creó para que la cumplieran juntos, como un equipo.
La obra de la creación de Dios no estuvo completa hasta que hizo a Eva, hasta que hizo a la mujer. Tanto Dios como Adán se regocijaron cuando Eva fue creada.
Recuerda esa verdad la próxima vez que te sientas inferior. Así como Dios se deleitó con Eva, Él también se deleita contigo. Nunca lo olvides.
Los ojos de Dios se llenan de amor cuando te ve usar los dones únicos que te ha dado para darle a conocer. Se regocija por ti al ver que tu fe se fortalece día a día.
El mundo puede tergiversar el valor de las mujeres, pero eso no significa que Dios lo haga. Él ve a todas las mujeres hermosas del mundo y conoce su extraordinario valor. Adán necesita a Eva y Eva necesita a Adán, y juntos necesitan a Dios.
Nunca olvides que eres amada, vista y apreciada por Dios. ¡Dios se alegra de haber hecho a Eva, y se alegra de haberte hecho a ti!
Angela
Desafío de la Semana 1:
Esta semana, anota las diferentes formas en que Dios mostró Su amor y aprobación por las mujeres en los versículos que leemos. ¿Qué te dice eso acerca del valor que tienen a Sus ojos?
Plan de lectura de la semana 1
Semana 1 – Versículo a Memorizar
