Las Buenas Nuevas  Son Para Tí.

Hemos tratado diferentes temas en las últimas cuatro semanas. Y al finalizar este estudio de adviento vamos a hacer una pausa en las Buenas nuevas que se leen  en Lucas 2:10-12, no temas y por el contrario recordar la alegría que el evangelio trae a todas las personas, y en ocasiones esto es más fácil decirlo que hacerlo. Sin embargo, es crucial vivir según estas palabras mientras seguimos buscando ser fieles sin perder la esperanza en un mundo que cada vez es  más hostil.En los versículos de hoy, se nos dan algunas verdades específicas y sorprendentes que se pueden aplicar a nuestra vida cotidiana.

 

 Veámoslas juntas:

 

  1. ¡No temas!

¿Con qué frecuencia te preocupas? Cuando el miedo se te presenta de manera abrumante, ¿cuál es tu estrategia para combatirlo? ¿Sueles ceder al miedo y la ansiedad?

Vivimos en un mundo en el que el miedo nos puede llevar a quedar paralizados por el. Para algunas de nosotras, basta con encender la televisión y escuchar los titulares de las noticias. Y la verdad es parece que el mal le está ganando al bien.

¡Pero Dios!

Él envió a su ángel a los pastores en los campos, y sus primeras palabras fueron: «¡No temáis!». 

¿Cómo podemos vivir sin miedo? La respuesta es simple y complicada a la vez: recordando lo que viene después. El ángel no se detuvo ahí, y Dios tampoco. Sea lo que sea a lo que te enfrentes en la vida en este momento, y sean cuales sean los miedos que intentan robarte la paz, sabe que hay más por venir. Lo mejor siempre está por llegar.

 

  1. Buenas Nuevas de gran alegría.

El ángel continuó explicando a los pastores la verdadera razón por la que no tenían que temer. ¡Les traía buenas nuevas de gran alegría! 

Las «buenas nuevas» aquí, en el griego original, son euangelizomai, que es la forma verbal de la palabra «evangelio». ¡Las buenas nuevas son el evangelio! El hecho de que Jesús vino como un bebé para darnos una vida que nosotros nunca podríamos llevar y sufrir  la muerte que nosotros mereciamos,de manera que tú y yo podamos reconciliarnos con Dios y encontrar la salvación a través de Su muerte y resurrección. 

Estas Buenas Nuevas se ocupan del problema de nuestras almas, destinadas sin Jesús a morir sin esperanza y alejadas de la eternidad con Dios.

Todo esto debería producir en nosotras una gran alegría. Nuestras almas, creadas para la eternidad, han recibido vida y esperanza a través de la vida y muerte de Jesucristo. 

Sigamos al ejército celestial uniéndonos al ángel del versículo 13 y alabemos a Dios diciendo: «¡Gloria a Dios en las alturas!».

 

  1. A todo el pueblo

Por último, estas Buenas Nuevas de gran alegría, que hacen que el miedo huya, no es solo para  guardarlas para nosotras. Es para todo el pueblo, en todas las naciones del mundo. 

Como pueblo de Dios, sus hijas, santas y amadas, debemos llevar  nuestras vidas de tal manera que aquellos que nos rodean puedan ver la diferencia. Y no solo vernos, sino ver claramente, aunque sin comprenderlo hasta que se lo digamos, el alto llamado en nuestras vidas a vivir como hijos de la Luz. 

Aunque el mundo a nuestro alrededor se vuelva más oscuro, nosotros brillaremos más intensamente, mostrando la diferencia que Dios hace en nuestras vidas y la razón de nuestra esperanza.

Asegurémonos de que, en esta temporada navideña, nuestros seres queridos conozcan la razón de la esperanza que tenemos. ¡Compartamos las buenas nuevas de gran alegría!

-Petra

 

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