Aquí estamos, al final de nuestro estudio sobre Ester. Espero de verdad que hayas podido ver esta historia bajo una nueva luz. Oro para que haya sido una bendición para ti y un medio por el cual hayas crecido en tu conocimiento de Dios.
La historia de Ester es un hermoso cuadro de la mano perfecta de Dios obrando a través de las personas y los acontecimientos. Desde que una joven judía es nombrada reina y arriesga su vida para ayudar a salvar a la nación judía, hasta la firme fidelidad de Mardoqueo y la caída del malvado Amán, Ester tiene un final feliz para siempre. Ester sigue siendo reina. Los judíos están a salvo, y Mardoqueo es elevado a un alto lugar de prominencia, sólo superado por el propio rey.
Antes de terminar este estudio, me gustaría que profundizáramos un poco más en la doctrina de la providencia de Dios. Me encanta esta doctrina porque me permite vislumbrar la grandeza y el poder de Dios, que me inspira admiración, me llena de paz y me induce a la adoración.
“Porque yo sé que el Señor es grande, y que nuestro Señor está sobre todos los dioses. Todo cuanto el Señor quiere, lo hace, en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos.” (Salmo 135:5-6)
Hay que partir de una buena definición de lo que es la providencia de Dios, y el Catecismo de Heidelberg nos la da.
“El poder omnipotente y omnipresente de Dios, por el cual, como por su mano, sostiene y gobierna el cielo, la tierra y todas las criaturas; de modo que las hierbas y la hierba, la lluvia y la sequía, los años fructíferos y estériles, la carne y la bebida, la salud y la enfermedad, la riqueza y la pobreza, sí, y todas las cosas vienen, no por casualidad, sino por su mano paternal.” – Catecismo de Heidelberg, pregunta/respuesta 27.
Dios es el Dios todopoderoso, lo que significa que no sólo tiene un poco de poder, sino todo el poder. No tiene un poco de control, sino todo el control. Esto tiene una tremenda aplicación para nosotros en todas las áreas de nuestras vidas. Sólo quiero resaltar un par de ellas.
- La providencia de Dios mata el miedo y da consuelo.
Muchas, sino es que todas, hemos experimentado momentos de miedo y ansiedad. Esto suele ocurrir porque sentimos que ya no tenemos el control de nuestras circunstancias. Pero aquí está el asunto: nunca hemos tenido el control. La providencia de Dios nos enseña que no es el hombre, ni Satanás, ni este mundo quien tiene el control, sino sólo Dios. Dios da la vida y la muerte (1 Samuel 2:6). Él da la riqueza y el empobrece (1 Samuel 2:7). Él manda sobre el clima (Job 38) y controla a los animales (Isaías 7:18). Dios tiene el control. Porque sabemos que nuestro Dios también es bueno y digno de confianza, su providencia vence nuestros temores y reconforta nuestros corazones. Alégrate de no tener el control porque si lo tuvieras empeorarías las cosas. Tu Dios justo reina en tu vida y en todas las cosas.
Justo es el Señor en todos Sus caminos, y bondadoso en todos Sus hechos.(Salmo 145:17)
- La providencia de Dios mata nuestra propia justicia.
¿Cuántas veces tenemos pensamientos orgullosos acerca de nosotras mismas? Tal vez sobre el hecho de que nuestros hijos se portan bien o que tenemos una casa bonita. Tal vez porque entendemos la Palabra de Dios fácilmente mientras que a otras se les dificulta. Tal vez nuestros matrimonios van muy bien. Cualquiera o todas estas cosas no son meramente el resultado de tus esfuerzos. Todos son regalos. Cualquier cosa que tengas te ha sido dada por Dios. Ya se trate de dinero, posición, belleza, inteligencia, sabiduría, talentos o cualquier otra cosa, todas las cosas buenas son regalos que Dios nos ha dado para glorificarlo (Santiago 1:17). Por supuesto, esto también se aplica a las cosas que hacen daño. Nuestras aflicciones y pruebas también vienen con la providencia de Dios. Tal vez estás luchando financieramente o tienes una serie de problemas de salud. Dios ha permitido esas cosas en tu vida para que fijes tus ojos en Jesús y experimentes de primera mano que Él es todo lo que realmente necesitas.
- La providencia de Dios fomenta la fe, el amor y la humildad.
Cuanto más estudies y comprendas la mano de Dios que gobierna todas las cosas, más humilde te volverás, y más amarás y confiarás en tu Dios. Él es la encarnación de la sabiduría. Él no puede equivocarse y no toma decisiones tontas. ¿No es estupendo que sea Él quien ordena todas las cosas? Claro, a veces puede parecer un poco confuso. A menudo, como los salmistas, tendremos muchas preguntas. Pero nada se deja al azar. Nada es un accidente, y nada se debe al destino o al karma. En cambio, podemos dormir tranquilas por la noche sabiendo que la mano de Dios interviene activamente en todas las cosas, hasta en los más pequeños detalles de la vida. Él está activo. Está implicado y es perfecto. Esto fomenta una fe humilde e intensa.
Aunque el nombre de Dios nunca fue mencionado en Ester, vemos Su mano trabajando día y noche. Vemos que Él, amorosamente, lleva a cabo los eventos que Él ordenó, mientras cuida de Su pueblo. Puede que no entendamos todo lo que Dios está haciendo porque somos finitas y Dios es infinito. Nosotras sólo vemos una parte del panorama, pero Dios lo ve todo. Podemos confiarle nuestras vidas y afrontar con alegría nuestros días, sin importar lo que éstos incluyan, porque siempre está la mano poderosa de Dios.
Mirando hacia Jesús,
Jen
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Tenemos la alegría de invitarte a nuestro nuevo estudio
Permaneciendo en Jesús: Llevando fruto duradero
Te estarás uniendo a un precioso viaje de seis semanas en el que Jesus hará un llamado a tu corazón para que permanezcas en Él. Por medio de porciones de las Escrituras seleccionadas cuidadosamente, devocionales de reflexión y conceptos prácticos, este estudio te mostrará cómo es vivir una vida arraigada, fortalecida y transformada por Cristo.
Cada semana serás guiada en el proceso de permanecer- entendiendo lo que significa producir fruto, caminar en obediencia, estar cimentada en la Palabra de Dios y vivir en Su amor de una manera que impacta al mundo a tu alrededor.
Ya se que estas deseando una cercanía renovada con Dios o un entendimiento profundo de lo que significa vivir tu fe a plenitud. Permaneciendo en Jesús: Llevando fruto duradero te animará a estar conectada al Único que es la fuente de agua viva.
TE ESPERAMOS!!!
