Porque Mis pensamientos no son los pensamientos de ustedes, ni sus caminos son Mis caminos», declara el Señor. Porque como los cielos son más altos que la tierra, así Mis caminos son más altos que sus caminos, y Mis pensamientos más que sus pensamientos. Porque como descienden de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelven allá sino que riegan la tierra, haciéndola producir y germinar, dando semilla al sembrador y pan al que come, así será Mi palabra que sale de Mi boca, no volverá a Mí vacía sin haber realizado lo que deseo, y logrado el propósito para el cual la envié.” Isaías 55:8-11
A menudo los seres humanos nos encontramos con preguntas a las que no encontramos respuesta. Vivimos situaciones que salen de nuestras manos o que, a nuestro entendimiento, no tienen sentido.
En el pasaje del día de hoy, el profeta Isaías, habla acerca de los pensamientos y caminos de Dios, que superan la comprensión humana. Podemos ver claramente Su conocimiento universal, conocido también como omnisciencia, y que se define como, “la cualidad de saber todas las cosas a la vez, el conocimiento de todas las cosas reales y posibles, conocimiento ilimitado o infinito”. Este es un atributo que sólo le pertenece a Dios.
Entonces, sabiendo esto, nuestra pregunta debería ser, ¿cómo puedo conocer Su voluntad?
El Salmo 19 nos muestra la respuesta: “La ley del Señor es perfecta, que restaura el alma… El mandamiento del Señor es puro, que alumbra los ojos…”.
Conociendo y meditando en Su palabra, podremos saber cuál es Su perfecta y agradable voluntad, y vivir de acuerdo con ella.
Acercarnos a Dios, conocerle más, día con día, nos llena de aliento. La perfección y el poder de Sus preceptos nos muestran cómo guía, transforma y cumple Su propósito en la vida de los Suyos.
También, el alma del creyente es restaurada y guiada hacia Su verdad, llevándola a vivir en sumisión a Él.
Aunque no siempre entendamos el “por qué” detrás de cada situación, podemos descansar en que Dios ve “el cuadro completo”. Nuestro deber es tener fe en Él y obedecerle, confiando en que Sus caminos y pensamientos son siempre para nuestro bien, y para Su gloria.
Incluso en medio de la duda, podemos confiar en Su amor y sabiduría, pues la omnisciencia de Dios es un fundamento seguro en el cual podemos descansar. Él conoce cada detalle de nuestras vidas, y tiene un fin divino para cada circunstancia.
Por lo tanto, hoy podemos tener la firme confianza en Dios y deleitarnos en Su ley. Así encontraremos el camino hacia la paz y el gozo al refugiarnos en saber que Él lo conoce todo. Su palabra es un ancla segura en la cual el alma del justo reposa para perseverar cada día.
Te invito a que hagas un alto, reflexiona sobre las circunstancias por las que pasas, ora por ellas, y toma decisiones de acuerdo a lo que hemos estudiado hoy. No descanses en tu propia prudencia, en cambio, procura el camino del Señor, “y Él enderezará tus veredas.” (Proverbios 3:5-6)
Padre, gracias porque Tus pensamientos y caminos son mucho más altos que los nuestros. Fortalece nuestra fe para confiar en Ti, incluso cuando no entendemos lo que nos pasa. Gracias por Tu palabra que es perfecta y que transforma vidas. Que Tu verdad ilumine nuestra mente y guíe mis pasos cada día. En el nombre de Jesús, Amén.
Sirviendo a Cristo,
Joana Báez