La Importancia de Recordar las Obras de Dios

A los cuales, después de haberles saludado, les contó una por una las cosas que Dios había hecho entre los gentiles por su ministerio. Cuando ellos lo oyeron, glorificaron a Dios, y le dijeron: Ya ves, hermano, cuántos millares de judíos hay que han creído; y todos son celosos por la ley.

Hechos 21:19-20

Pablo viajaba mucho, y unos de sus viajes lo llevó a Jerusalén, donde pasó un tiempo con Santiago. Mientras estaba con Santiago y los ancianos, Pablo testificó acerca de las cosas que Dios había hecho a través de su ministerio entre los Gentiles.  Estoy segura que compartió acerca de la salvación que vio suceder, así como la protección y provisión que recibió del Señor mientras viajaba y ministraba a varias personas.  Recuerda, sus viajes no siempre fueron seguros. (2 Corintios 11:25-27).

Esta idea, para recordar lo que el Señor ha hecho, es algo que el pueblo de Dios fue llamado a hacer desde el principio.

El Llamado a Recordar

El Señor les dijo a los israelitas, cuando estaban vagando por el desierto después de ser rescatados de Egipto, que tuvieran cuidado de recordar todo lo que el Señor había hecho por ellos. Estaban a punto de entrar en la tierra prometida. Dios sabía que sería fácil olvidar al Dios que los libró de la esclavitud, que los preservó en el desierto y que los trajo a la tierra prometida.

Cuídate de no olvidarte de Jehová,

que te sacó de la tierra de Egipto,

de casa de servidumbre.

Deuteronomio 6:12

En Salmos 77:11, David dijo “Me acordaré de las obras del Señor”. En Lucas 22, Jesús instituyó la Cena del Señor, mostrando a Sus discípulos que quería que Su muerte fuera recordada de cierta manera. Jesús dijo: “Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí”. (Lucas 22:19)

Por Qué Es Importante Recordar

Es importante aprender a recordar con regularidad lo que el Señor ha hecho por nosotras y por Su pueblo. Somos olvidadizas. Y cuando olvidamos, empezamos a quejarnos. Empezamos a mirar nuestra vida y a sentir de que Dios no está siendo justo, o que no está escuchando nuestras oraciones. Esto siempre nos conduce a tener lástima de nosotras mismas o a enojarnos contra Dios.

Olvidar las maravillosas obras de Dios en nuestras vidas puede hacernos sentir que tenemos derecho, como si merecieramos Su gracia y Su misericordia cuando, de hecho, no merecemos nada. Todo es por gracia.

El olvido puede hacernos sentir celos de lo que Dios hace en las vidas de nuestras hermanas, cuando deberíamos estar regocijándonos con ellas.

Al recordar las obras de Dios en las Escrituras y en nuestras vidas, nos fortalecemos en nuestra fe.   Una fe fortalecida resulta en alabanzas que surgen más espontáneamente y oraciones que fluyen con más facilidad. Fundamentalmente, estamos mejor equipadas para fortalecer la fe de los demás y glorificar a Dios en nuestro recuerdo.

Una buena manera de recordar lo que Dios ha hecho en tu vida es llevar un diario.  De vez en cuando, escribe todas las maneras en que el Señor ha estado obrando en tu corazón, en tu vida y en la vida de tu familia.  Y léelo ocasionalmente, para recordarte que Dios no olvida  a Sus hijas, y que tienes mucho por qué alabarle.

 

Mirando a Jesús

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