Jesús es Mejor

El corazón humano es inquieto, siempre esta buscando algo de valor para tenerlo en su trono. Lo que colocamos en el trono de nuestro corazón cambia constantemente porque nada en la tierra lo puede satisfacer verdaderamente. El Libro de Hebreos aborda esto. Nos muestra que solo hay Uno que es mejor que cualquier cosa que podamos obtener, experimentar o imaginar.

Te damos la bienvenida a este estudio del libro de Hebreos, que nos muestra la manera increible en la que el Antiguo Testamento se conecta con el Nuevo Testamento y cómo todas aquellas leyes, ceremonias y profecías en el Antiguo Testamento apuntan hacia Jesús, el único que es mejor que cualquier cosa.

El autor de Hebreos (algunos creen que fue Pablo o Lucas, otros dijeron que Bernabé o Apolos. Y este misterio solo lo podremos descrifrar una vez lleguemos al cielo) no pierde el tiempo en mostrarnos la superioridad de Jesús.

En  los primeros cuatro versículos se nos dice que Dios ha hablado a través de Su Hijo, que Él es heredero de todas las cosas, creador de todo lo que vemos, dueño de la misma gloria y naturaleza que Dios tiene,  porque Él es Dios, y es a través de Su poder que todas las cosas se mantienen juntas.

Eso es bastante sorprendente y, sin embargo, lo olvidamos, ¿no? No somos los únicos. Este es un problema milenario porque incluso las personas a las que se les escribió inicialmente Hebreos eran hombres y mujeres caídos como nosotros que se distrajeron rápidamente y a quienes hubo que recordarles que Jesús es mejor que los profetas o los ángeles, Moisés o los sacerdotes, los sacrificios, las leyes o las ceremonias. Que todas estas cosas eran y son buenas; pero Jesús es mejor.

Los ángeles son mensajeros y Jesús es el mensaje. Los sacrificios eran un símbolo de limpieza y Jesús es nuestra limpieza real. Los profetas hablaron de uno que redimiría y Jesús es esa redención. En todo, Jesús es mejor.

Por eso, más adelante en Hebreos 12, el autor nos anima a correr la carrera que tenemos ante nosotros con los ojos puestos en Jesús. Cuando comprendamos el poder, la perfección y la superioridad general de Jesús, perseveraremos sin importar los obstáculos que debamos superar. Seremos fieles porque entenderemos que no hay nadie ni nada mejor a quien entregar nuestro afecto que Jesús.

Mientras estudiamos este asombroso libro, sigamos los pasos del autor de Hebreos y hagamos de las comparaciones de quien es Jesús como una parte regular de nuestras vidas. De esa manera, Jesús permanecerá en el trono de nuestros corazones y todo lo demás permanecerá en su lugar apropiado.

En todas mis penas, Jesús es mejor
En todas mis  victorias, Jesús es mejor
Más que cualquier Consuelo, Jesús es mejor
Más que todas las riquezas, Jesús es mejor
Haz que mi Corazón crea

(tomado de la canción de Jesús es Mejor de Austin Stone)

Mirando a Jesús,

 

Jen

 

_____

Semana 1 – Desafío 

Hebreos 2:1 nos advierte acerca de apartarnos de nuestra fe. Debido a nuestra naturaleza pecaminosa, no nos dirigimos naturalmente hacia Dios. ¿Qué tres cosas puedes hacer esta semana para comprometerte a prestar mucha atención a lo que has aprendido de la Palabra de Dios? Escribe estas cosas y colócalas en un lugar donde las veas a menudo. Al final de esta semana, reflexiona sobre si estos hábitos funcionaron o no. Si lo hicieron, ¿cómo puedes seguir implementándolos en el futuro? Si no fueron útiles, ¿qué otros hábitos puedes establecer para mantenerte firme en tu fe?

 

Semana 1 – Plan de Lectura 

Semana 1 – Versículo a Memorizar 

 

 

Estudio Bíblico Relacionado

Recibe nuestras actualizaciones

Recientes