Fomentando la Perseverancia

 

Ser madre y esposa era todo lo que había deseado en la vida. En mi imaginación, se supone que conocería a un gran hombre en la universidad, nos comprometeríamos y nos casaríamos un verano después de la graduación. Unos años después, empezaríamos a formar nuestra familia y viviríamos felices para siempre. Pero no fue lo que realmente sucedió. Conocí al que sería mi esposo hasta los 25 y me casé a los 28. 

 

Al año de casados, decidimos que era tiempo de empezar a tener hijos. Un año después, no habíamos podido concebir. Ese año estuvimos en lo que yo llamo la montaña rusa de esperanza y desilusión. Cada mes nos llenábamos de esperanzas, “éste sí sería el mes” donde saldría embarazada, sólo para decepcionarnos una vez más. Después de muchos exámenes y citas con especialistas en fertilidad, escuchamos la verdad. “No es razonable que piensen que podrán tener hijos biológicos”. Nos sentamos en el auto, y ahí en el estacionamiento, lloramos con dolor. 

 

Pero había decisiones que tomar y optamos por la adopción. Pasaríamos los siguientes seis años en todo el proceso de adopción. Siempre le digo a las personas que la adopción no es para los débiles. Es una batalla emocional, financiera, mental y espiritual. Así como el proceso de la concepción, también la adopción fue una montaña rusa de emociones. Pero ya hemos superado este proceso y tenemos tres hermosos niños, aunque el camino para llegar a donde estamos no fue nada fácil.  

 

Cuando medito en este versículo a la luz de todo lo que vivimos, me pregunto a mi misma, ¿consideré el gozo cuando enfrentamos todas estas pruebas? Me gustaría decir que sí, pero lo más correcto sería decir que dependía del día. Pero, también al voltear al pasado y preguntarme si todo esto produjo perseverancia en mí…la respuesta es un sí rotundo. Y hay gozo en ello.  

 

La palabra perseverancia aquí significa una característica de una persona que es inquebrantable para cumplir su propósito, que es fiel y piadosa aún en las más grandes pruebas y sufrimientos. Fui inquebrantable (por la gracia de Dios) en cuanto a mi relación con el Señor. ¿Eso quiso decir que no fue difícil o que no tuve muchas dudas? No. 

 

Hubo muchos días en los que sentí que Él me había olvidado o que estaba enojado conmigo por cómo la vida estaba yendo. Pero  estos tiempos, me llevaron a buscar al Señor. Le hice todas las preguntas difíciles que quise, le dije cómo me sentía, le conté de todas mis dudas. Continué buscándolo aún en las pruebas. Y la constante búsqueda del Señor produjo una perseverancia que no creo que cualquier otra cosa hubiera podido producir. Conocí al Señor en una forma distinta y más profunda que lo que le había conocido antes de pasar por todo esto. Así que ahora, cuando enfrento otra prueba, soy capaz de encararla con gozo, sabiendo que al final, producirá una mayor perseverancia en mí. 

 

Mary Leslie

 

Desafío Semana 5:

Resistir es continuar colocando nuestra esperanza en la bondad de Dios cuando nuestras circunstancias nos dicen que es mejor rendirnos. ¿Por qué clase de circunstancias estás pasando ahora? ¿Son desesperanzadoras o te animan? ¿Cómo puedes crecer en perseverancia en esta temporada, aún si está lena de desafíos o bendiciones? 

 

 

Plan de Lectura Semana 5

 

 

Versículo para memorizar Semana 5

 

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