Fiel a Pesar de Todo

 

 «Así ha obrado el Señor conmigo en los días en que se dignó mirarme para quitar mi afrenta entre los hombres».  Lucas 1:25

Me encanta una buena historia de regreso. Soy una constante defensora de los desamparados. Dame todos los pañuelos porque derramaré lágrimas de gozo junto a ti mientras compartes tu propia historia de la fidelidad de Dios en tu vida. Historias como esta nunca se tornan viejas para mí.

Uno de mis recuerdos favoritos del día en que mis hijos y yo nos mudamos a nuestra nueva casa es cuando subí las escaleras y encontré a mi hijo Esdras, en su nueva habitación sacando letras para cambiar el mensaje en su caja de marquesina. Me preguntó cómo se deletrea “construido”, por lo que mi interés fue naturalmente atraído en este punto. No me dejó ver lo que estaba deletreando hasta que estuvo terminado.

Cuando me invitó a entrar a su nueva habitación, estaba orgullosamente parado junto a la ventana y señalaba su obra de arte que decía: “Dios nos ha Construido una Casa”.

¿Saben? Lloré. En ese mismo momento y lugar. Fue mi hijo de ocho años quien conectó los puntos entre nuestra temporada de espera y la promesa cumplida por Dios.

Mientras todavía vivíamos en el hogar que nos recordaba una temporada decepcionante en nuestra vida, oramos en familia con oraciones llenas de fe todas las noches. Sabíamos que el Señor no nos dejaría en ese lugar y tenía el hogar perfecto para nosotros cuando fuera el momento adecuado. Sin embargo, todavía estaba tan sorprendida, casi sin creerlo, cuando el día en que nuestra casa recibió una oferta de precio completo y esta casa recién construida a solo una milla de distancia de nosotros salió al mercado. El mismo día. Es como si creyera que Dios podría hacerlo, pero ¿realmente lo haría por mí?

En Lucas 1:6 leemos acerca de Zacarías y Elisabet, una pareja de “justos delante de Dios, que se conducían intachablemente en todos los mandamientos y preceptos del Señor”, que estaban muy familiarizados con una larga temporada de espera.

Me he encontrado haciendo la misma pregunta que hizo Zacarías en Lucas 1:18 cuando le preguntó al ángel: “¿Cómo puedo estar seguro de esto?” Siendo que un ángel de la vida real estaba en su presencia, no dudo que no creyera este mensaje de un hijo. La alegría y el gozo estaban lejos, pero tal vez, solo tal vez, temía volver a tener esperanzas. Quizás dejó de elevar esas oraciones. Hubo una consecuencia por su incredulidad, pero no impidió que Dios cumpliera Su promesa. Le creyera o no, el buen plan de Dios no le fue quitado a Zacarías.

Estoy tan agradecida de que Dios es fiel a pesar de todo, aún cuando nosotras no lo somos.

Servimos a un Cumplidor de Promesas. Vemos esto en toda la Biblia, de principio a fin. El Señor cumplió Su promesa a Zacarías y Elisabet, incluso en su vejez, y cumplirá la promesa que te hizo a ti. Las promesas de Dios se harán realidad en Sus términos y en Su tiempo perfecto, para nuestro bien.

Dios no solo bendijo a Elisabet con un bebé propio, sino que también eliminó su deshonra (vergüenza, pérdida de reputación o respeto). Esta es una promesa que tenemos en Jesús hoy: a través de Su muerte y resurrección, nuestro pecado y vergüenza son quitados.

La vergüenza nos aleja de Dios. Vemos que esto sucede con Adán y Eva en el primer libro de la Biblia. El plan de Dios desde el principio fue enviarnos a Su Hijo, una verdadera esperanza de vida para nuestros corazones desesperados.

Mi oración por ti hoy es que no pierdas la esperanza en la espera. Él está contigo. Enjuga cada lágrima. Te acompañará. Jesús es nuestra Esperanza cuando nos sentimos desesperanzadas.

Un sentimiento de esperanza, el mundo cansado se regocija …

 

Kelli

 

Semana 4 – Desafío

Antes de que el ajetreo de la Navidad se apodere de ti, comprométete a pasar tiempo todos los días de esta semana con Dios. ¡Él es la razón por la que tenemos algo que celebrar esta temporada! Qué mejor manera de celebrar Su venida que pasar tiempo con Él todos los días, alabándolo por Su fidelidad, Sus promesas del pacto y el regalo de Jesús. Deja que tu vida sea una expresión de agradecimiento por Su fidelidad, y comprométete en tu relación con Él.

 

Semana 4 – Plan de Lectura

 

Semana 4 – Versículo a Memorizar 

 

 

 

Estudio Bíblico Relacionado

Recibe nuestras actualizaciones

Recientes