Confía en el Señor, y haz el bien; Habita en la tierra, y cultiva la fidelidad. Pon tu delicia en el Señor, Y Él te dará las peticiones de tu corazón.Encomienda al Señor tu camino,
Confía en Él, que Él actuará. – Salmos 37:3-5
¿Alguna vez has sentido que Dios está a punto de hacer algo extraordinario? A veces nos da una idea de lo que está haciendo, pero la mayoría de las veces nos quedamos sin saber si está obrando. Sin embargo, en los momentos en que lo vemos moverse, ¿cómo debemos responder?
Nehemías era un judío que vivía en Persia. El pueblo de Judá pudo finalmente regresar a su patria y reconstruir el templo y la ciudad de Jerusalén después de setenta años de exilio. Nehemías vivió aproximadamente un siglo después del regreso inicial de los judíos a Jerusalén. Trabajó como copero del rey de Persia, un cargo muy importante y respetado.
Nehemías también conocía a Dios y lo que El había hecho por su pueblo. Reconoció que el pueblo de Dios que había regresado a Jerusalén estaba desprotegido y necesitaba que se reconstruyeran los muros de la ciudad. Afligido por la difícil situación del pueblo de Dios, su pueblo, Nehemías clamó a Dios. Le pidió que moviera el corazón del rey de Persia para que éste le dejara ir a Jerusalén y ayudar a su pueblo en la reconstrucción de la muralla.
Nehemías comprendió lo que Dios le llamaba a hacer porque conocía el carácter restaurador de Dios. Creía que El era fiel y que actuaría en favor de su pueblo. Sabía que Dios cumple sus promesas, y que cumpliría su promesa de restituir a los judíos.
Pero Nehemías no se sentó a esperar que Dios actuara. Nehemías ayunó. Oró. Hizo planes e investigó. Y luego se presentó ante el rey. Cuando Nehemías sintió que Dios se movía, Él también se movió.
Hay circunstancias y épocas en las que Dios nos pide que esperemos en Él. Y hay momentos en los que Dios nos pide que demos un paso adelante en fe mientras Él se mueve en nosotros, a través de nosotros y a nuestro alrededor. Nehemías podría haber esperado a que Dios restaurara Jerusalén, pero comprendió que Dios le pedía que diera un paso en fe aunque no supiera el resultado. Cuando sintió que Dios se movía y lo impulsaba a actuar, respondió.
Tal vez has visto a Dios moverse de maneras que nunca creíste posibles, y estás esperando que Él mismo se te presente de nuevas maneras. Tal vez has visto que Él empieza a responder a una oración que has hecho durante años. O tal vez, como Nehemías, sientas que está moviendo algo en tu corazón, preparándote para un llamado específico.
Servimos a un Dios que siempre actúa en favor de los suyos. Y a veces, en Su gracia, nos avisa cuando está a punto de hacer algo grande en nuestras vidas. Mientras estudiamos el Libro de Nehemías, permanezcamos atentss a lo que Dios está suscitando en nosotras y a nuestro alrededor. Porque Él es un Dios que siempre está obrando, que siempre obrará para bien en la vida de sus hijos. Confiemos en Él y esperemos que actúe mientras nosotros también damos pasos con fe y valentía, creyendo en sus promesas.
Melissa
Semana 1- Desafío
Nehemías enfrentó muchos desafíos mientras se disponía a realizar el trabajo para el cual Dios lo había llamado. ¿Qué te ha llamado Dios a hacer en esta temporada? ¿Cómo estás siendo fiel al trabajo que Él te ha encomendado? ¿Cómo puedes permanecer fiel y trabajar para Él, incluso cuando las cosas son difíciles?
Semana 1 – Plan de Lectura
Semana 1- Versículo a Memorizar