En nuestra cultura acelerada, es difícil esperar. Estamos acostumbradas a obtener lo que queremos o necesitamos a una velocidad cada vez mayor. La comida rápida a veces ya no es lo suficientemente rápida. Nuestra velocidad de Internet es instantánea, ya no tenemos los tiempos de espera de acceso telefónico del pasado. Incluso poder hablar o comunicarse con un ser querido, ya sea en tu misma ciudad o en todo el mundo, es casi instantáneo. Ya nadie envía cartas personales escritas a mano porque tenemos otras formas de comunicarnos mucho más rápido.
No, esperar es algo a lo que no estamos acostumbradas y es algo en lo que muchas de nosotras, francamente, no somos muy buenas. Así que no es de extrañar que muchas de nosotras tengamos dificultades cuando oramos, y comencemos pronto a dudar de Dios cuando nuestras oraciones no son respondidas de inmediato.
Pero debemos recordar que nuestros caminos no son necesariamente los caminos de Dios.
“Señor, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré delante de ti y esperaré.” –Salmo 5:3
Me encanta este versículo porque muestra cómo la oración y la espera construyen nuestra relación con Dios. Venimos a Él por la mañana, al comienzo de nuestro día antes de que comience la locura, y le entregamos nuestro día. Ponemos ante Él nuestra agenda, nuestro plan, nuestra preocupación, nuestra angustia, nuestro gozo; se lo presentamos todo a Él y luego esperamos.
Sé que esperar es difícil. No estamos acostumbradas y por eso, muchas de nosotras no somos buenas en eso. Pero hay crecimiento en la espera y muchas veces se dan dones o bendiciones especiales en medio de la espera, bendiciones que si Dios hubiera respondido tan rápido como nos hubiera gustado, quizás nos las hubiéramos perdido.
Así que quiero animarte a que te comprometas a esperar con expectación en nuestro Señor mientras aguardas Sus respuestas a tus oraciones. No te desanimes. Él ha escuchado todas y cada una de las oraciones y está trabajando en tu vida de maneras que ni siquiera puedes ver en este momento. Confía en Él en la espera, en el tiempo entre tus oraciones y Su respuesta. Dios se está moviendo. Su sincronización es perfecta incluso cuando sentimos que no lo es. No pierdas la esperanza. Lucha por el gozo y la anticipación de Su respuesta.
Querida amiga, nunca olvides que Dios te ama, te ve y te conoce. Él tiene un plan maravilloso para tu vida, pero sé que es difícil de entender cuando has estado orando y esperando durante tanto tiempo. Así que me gustaría tomarme un tiempo hoy y orar por ti. Creo que orar por alguien es una de las mejores maneras de amarlo de verdad.
Querido Señor,
Elevo a mi querida amiga y hermana en Cristo delante Ti hoy. Sé que la amas, la ves y tienes planes increíbles para su vida. Por favor, ayúdala a verte a Ti y a Tu obra en su vida hoy. Alienta su corazón hoy con Tu verdad y ayúdala a saber que Tú estás obrando en medio de su vida, incluso cuando no puede sentirlo ni verlo. Mientras espera Tu respuesta, ayúdala a acercarse más a Ti. Alinea sus deseos y oraciones con los planes y propósitos que tienes para su vida. Ayúdala en esta temporada de espera y permítele ver cuando finalmente respondas, cómo el período de espera fue verdaderamente una bendición disfrazada. Amén.
Ama a Dios Grandemente,
Ángela
Semana 5 – Desafío
Esta semana, mientras oras enfócate en alabar, entregar y arrepentirte mientras abres tu corazón a Dios. Agradécele por lo que está haciendo en tu vida, arrepiéntete de los pecados con los que batallas y pídele ayuda en esas áreas de tu vida en donde necesitas guía, fortaleza y sabiduría.
Semana 5 – Plan de Lectura
Semana 5 – Versículo a Memorizar
