Entregando todo al Salvador

 

Me encanta una buena historia acerca de Dios. ¿A ti no? Hechos 9 nos da un pantallazo de una de las historias más poderosas de todos los tiempos. Un hombre de corazón duro decidido a destruir el cristianismo se encuentra con Jesús, y su vida es transformada para siempre.

Pablo dejó su orgullo de lado y se entregó por completo al Salvador. Me pone la piel de gallina pensar en cómo Jesús lo paró en seco y transformó su vida para siempre.

En mi iglesia local, a mi pastor le gusta decir que un encuentro con Jesús lo cambia todo. Eso fue cierto para Pablo. Nunca más volvió a ser el mismo.

¿Qué hay de ti, amiga? ¿Has tenido tu momento “Damasco”con Jesús? ¿Te ha abierto los ojos para que veas tu necesidad de perdón? ¿Has recibido las Buenas Nuevas de que ya no necesitas esforzarte para salvarte porque Jesús murió en tu lugar en la cruz? Al igual que Pablo, nosotras podemos entregar todo a Jesús y experimentar Su maravillosa gracia.

Ten en cuenta que Pablo perseveró a través de una gran oposición mientras avanzaba en la fe. Tuvo que decir Sí a Jesús cada día de su vida. Aún cuando era difícil y no veía Su mano, Pablo continuó eligiendo a Cristo. “Mantuvo la fe” y terminó bien.

Para seguir a Cristo completamente, debemos adoptar una perspectiva diferente a la de los influyentes mundanos que nos rodean. Debemos estar dispuestas a caminar en soledad mientras buscamos conocer a Jesús, en lugar de caminar para satisfacer nuestra carne. Como los primeros creyentes en Hechos, a quienes Pablo sirvió, debemos elegir dejar nuestras vidas en el altar.

A pesar de la gran persecución que enfrentaron, aquellos seguidores de Cristo eligieron temer a Dios y no a los hombres.

“Entonces las iglesias tenían paz por toda Judea, Galilea y Samaria; y eran edificadas, andando en el temor del Señor, y se acrecentaban fortalecidas por el Espíritu Santo.” (Hechos 9:31)

Mi hermana, nunca te arrepentirás de presentar tu vida como sacrificio vivo. Morir a ti misma y entregar todo a Jesús te dará el fruto más dulce.

  • Incluso en medio de muchos problemas, experimentarás la paz de Dios.
  • Cuando los obstáculos son demasiado pesados para que los cargues, el Señor mismo te dará Su fuerza.
  • En los días de desánimo, el Espíritu Santo te consolará y te dará consejo sabio.

Hoy, decidamos decir diariamente: “Jesús, te entrego todo a Ti”. Confía que el Espíritu Santo te equipará con paz, fuerza y aliento sobrenaturales. Tu vida transformada testificará al mundo que te observa que tu Salvador es el camino, la verdad y la vida.

 

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