El Señor Regresa

 

 

“He aquí, el Señor Dios vendrá con poder, y su brazo gobernará por Él.

He aquí, con Él está su galardón, y delante de Él su recompensa. 

Como pastor apacentará su rebaño,

en su brazo recogerá los corderos,

y en su seno los llevará; guiará con cuidado a las recién paridas.

 

 

¿Te has sentido cansada en tu caminar con Cristo al punto de querer dejar de servir, de compartir la Palabra, de aún, dejar de tener a diario un tiempo con Dios?

 

El pasaje de Isaías 40, es un escrito hermoso donde el Señor nos anima diciendo que Él es nuestro consuelo y el bálsamo que sana nuestras heridas. 

 

Los judíos estaban exiliados en Babilonia y esto, indiscutiblemente, era un sufrimiento para ellos, debían sentirse perdidos, sin consuelo y sin salida. 

 

Pero el Señor en Su infinita misericordia, les hace un anuncio de Su rescate, Él no los abandonaría, a pesar de la incredulidad de ellos, les dice que, si se arrepienten, perdonará sus pecados.

 

Dios a través de Isaías les anuncia una profecía, que encontramos cumplida en Juan 1:23, cuando se dice que él (Juan el Bautista), era esa voz que estaba preparando el camino para la llegada del Mesías como lo había anunciado Isaías.   

 

Ese Mesías es Jesucristo, nació en Belén, y murió en la cruz del calvario, para perdonar nuestros pecados, pagó nuestras culpas, dando salvación a todo aquel que le recibe por fe. 

 

En los versículos estudiados el día de hoy, el Señor nos dice que regresará con todo Su poder y toda autoridad a reinar, y traerá consigo a Su amada iglesia, Su galardón como lo dice en Apocalipsis 22:12. 

 

La frase “el Señor regresa” debe ser para nosotras un estímulo para no desfallecer ante ninguna adversidad; pero también un llamado para anunciar el evangelio en nuestro diario caminar, para que muchas personas que están sumergidas en la desesperación y el desconsuelo, puedan conocer al Dios maravilloso que tú y yo conocemos, y lleguen a refugiarse en los brazos del bondadoso Pastor, que están abiertos, esperándoles para restaurar sus vidas.

 

Para mí ha sido reconfortante saber, que en medio de las circunstancias que pueda estar viviendo como: enfermedad, economía inestable, problemas familiares etc., Dios siempre está a mi lado como Padre amoroso cuidándome, para que mi mirada siempre esté fija en Él.

 

Es una esperanza maravillosa y una promesa grandiosa, saber que Jesús me sustenta en todo momento. Esto es motivo de gozo, esperanza y confianza mientras vivo en esta tierra, pero recordando siempre, que ¡El Señor regresa!

 

Padre amado, te doy muchas gracias porque hoy me recuerdas que Tú eres nuestro Consolador, que tu Hijo Jesús dio Su vida por mí y es mi Buen Pastor; quien siempre me lleva a buenos pastos, y en medio de mi aflicción es mi fortaleza. Gracias porque me has hecho parte de Tu iglesia. Ayúdame Señor y guíame cada día a compartir el evangelio llevando consolación a todo el que lo necesite. En el nombre de Jesús, amén. 

 

A los pies de Jesucristo

Yaneth Olivares de Gaviria

 

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