El Cordero y El León

 

 

 

En el mundo de la psicología, aprendí que las creencias y los saberes influyen en nuestro comportamiento. Encontré esta teoría muy acertada en mi propia vida. Por ejemplo, cuando creo que soy rechazada y a las personas no les importa lo que digo, me aíslo y permanezco emocionalmente apartada. Estoy segura que ahora puedes estar pensando en cómo tus propias creencias influyen en cómo te comportas y cómo te tratas a ti misma y a los demás. 

 

Este concepto puede aplicarse a nuestra vida espiritual también. Mi padre una vez me dijo que lo que creo acerca de Dios determina la forma en que vivo. Cuando empecé a pensar en esto, quedé impactada. Me di cuenta que había estado mirando a Dios bajo el lente equivocado. Por mucho tiempo pensé que tenía que hacer más para que Dios se sintiera orgulloso de mí.  Pensé que siempre debía tener una sonrisa en el rostro, que no podía admitir que tenía emociones negativas y que era mi responsabilidad salvar a los demás usando mis propias fuerzas. Todas estas creencias influyeron en mi comportamiento, y finalmente, surgieron de mi visión incorrecta de quién era y es Dios. 

 

La única manera de tener una visión acertada de Dios es leer Su Palabra. Dios se reveló a sí mismo en las páginas de las Escrituras, en la vida de Jesús, y en Su Santo Espíritu, que mora en aquellos que creen en Él. Claramente, Él desea que nosotros le conozcamos como realmente es.  

 

Cuando abro la Palabra de Dios, leo las palabras de Jesús: “Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. “ (Marcos 6:31). Estas palabras me revelan a un Dios que quiere tener una relación íntima conmigo. No necesita que haga más, sino simplemente estar en Su presencia y disfrutar de Él. Pienso que en mis relaciones, no quiero que mis amigos hagan cosas por mí todo el tiempo, sino que pasemos un buen rato juntos, estar juntos. Y sí, un afecto y amor tan genuinos dan a luz actos genuinos.

 

Cuando abro la Palabra de Dios, me doy cuenta que Dios valida mis emociones humanas. Dios conoce mi humanidad y todo lo que ello implica. Dios es compasivo, lo que quiere decir que Él quiere trabajar a mi lado con lo que sea que esté atravesando. Dios desea que yo derrame mi corazón ante Él, desea que yo escuche cada emoción positiva o negativa que esté experimentando. Dios es cuidadoso, tierno y fuerte para soportar todo. 

 

Cuando abro la Palabra de Dios, encuentro que no debo presionar para arreglar los problemas de los demás o aliviar todos sus dolores. En Juan 6:44, Jesús dice “Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere”. Mientras mi llamado es el de soportar a los otros y caminar junto con ellos-para gozarme con ellos o llorar con ellos-en mi humanidad, no puedo salvarlos. Este es un trabajo del Espíritu Santo únicamente, quien es Dios y puede salvar cualquier alma, sin importar dónde esté. Al considerar estas cosas, hay un gran alivio, paz y esperanza. 

 

Tras leer todo esto, podemos estarnos preguntando: ¿Cómo puedo deshacer las creencias que por tanto tiempo me retuvieron donde estoy ahora-los círculos en donde me atoro y que afectan mis relaciones, mi bienestar, la visión que tengo de mí misma, de Dios y del mundo? Apruebo esta pregunta y entiendo el sentir. He estado en un lugar donde no podía reconocer cómo sonaba la verdad porque el ruido de las mentiras era demasiado fuerte. 

 

De muchas formas, asumí las mentiras como verdades. Pero me di cuenta que para cambiar mis creencias, debía conocer la verdad. Puedes sentir alivio al saber que Dios nos ha dado Su Palabra , que es la verdad absoluta en la que puedes basar tu sistema de creencias en un mundo que tiene múltiples y muy cambiantes estándares. Entonces, para cambiar tu sistema de creencias, debes sumergirte en cada palabra de este libro sagrado. Es tu arma, tu tesoro, tu divino poder y tu autoridad. Escudriña todo lo que dice. Escríbelo en la tabla de tu corazón. Háblalo contigo misma constantemente. Así es como el cambio comienza. 

 

Eres capaz, fuerte, valiente, brillante, talentosa y única. Sigue siendo tú y permite que el Señor purifique y refine cada parte de tu ser. Hay muchas bondades esperando por ti. No eres ignorada, así se continúa luchando. Persiste en el Dios que es grande y supremo, pero cercano e íntimo. Conócelo y cree que Él es quien dice ser.  Él es el Cordero y el León, el Sumo Sacerdote y el sacrificio, de una vez y para todos. El es todo-todo lo que has estado buscando y todo lo que necesitas. Eres Suya y Él es tuyo, sin importar nada más. 

 

Grace Ann

 

 

Desafío Semana 4:

 

Esta semana en nuestra lectura del Evangelio de Lucas, pasamos auna sección enfocada en el conflicto entre Jesús y los líderes religiosos. En medio del conflicto, Jesús le mostró a sus discípulos lo que realmente significaba seguirlo y los sacrificios que tenían que hacer para el Reino. Examina lo que realmente significa seguir a Jesús y lo que Él podría estar pidiéndote que sacrifiques para caminar con Él.

 

Plan de Lectura Semana 4

 

 

 

Versículo para Memorizar

 

 

Grace

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