“Hijos, es la última hora, y así como oísteis que viene el anticristo, así ahora han aparecido muchos anticristos. Sabemos por esto que es la última hora. Salieron de nosotros, pero en realidad no nos pertenecían, porque si nos hubieran pertenecido, se habrían quedado con nosotros. Pero salieron de entre nosotros para demostrar que no todos ellos nos pertenecen”. –1 Juan 2:18–19
El apóstol Juan, en 1 Juan 2–5, brinda a los creyentes formas en las que podemos estar seguras de que estamos unidas con Jesús, aunque no vivamos vidas sin pecado.
¡Qué gran seguridad! La comunión genuina con Dios puede ser probada y demostrada.
En este pasaje, Juan prepara a los creyentes para la realidad de la presencia de falsos maestros, falsos predicadores y opositores de Jesús. Ese número seguramente aumentará, aún más ahora que los últimos días están sobre nosotras.
Estos oponentes de Jesús son anticristos, precursores del último anticristo. Viene el anticristo, “el hombre de pecado”, como se le llama en 2 Tesalonicenses 2:1–10. Sin embargo, los creyentes pueden aferrarse a la promesa de Jesucristo. “Yo vengo pronto” proclamó Jesús en Apocalipsis 22:12.
Para muchos creyentes, el dolor de un amigo o familiar que le da la espalda a Jesús, negándolo y oponiéndose a Él, es desgarrador. Sin embargo, continuamos por fe con Jesús, orando por ellos, pero continuando. Seguimos fieles a Jesús y a la verdad de la Biblia.
A pesar del rechazo de familiares y amigos, el peso de la persecución y la oposición de valores, el corazón y la mente de un creyente deben permanecer enfocados en Jesús. La adversidad, el odio y la persecución serán una batalla constante que enfrentarán los creyentes.
“Sé sobrio y alerta. Vuestro enemigo el diablo, como león rugiente, anda al acecho buscando a quien devorar. Resístanlo, fuertes en su fe, porque saben que sus hermanos y hermanas en todo el mundo están soportando los mismos tipos de sufrimiento”. – 1 Pedro 5:8–9
Juan también enseña a los creyentes que estos anticristos fracasarán. No pueden persuadir o alejar a los verdaderos creyentes de las enseñanzas de Jesús porque tenemos la unción del Espíritu Santo. Los que pertenecen a Jesús continuarán con Él, permaneciendo fieles a Él y a la verdad de la Biblia.
La habilidad de una creyente para reconocer y discernir las falsificaciones solo puede venir cuando estamos saturadas y llenas con la auténtica verdad de la Palabra de Dios: la Biblia.
Cuando nos alejamos de la seguridad y el cuidado del Señor, corremos el riesgo de convertirnos en presa de los muchos anticristos de nuestros días. Usarán métodos astutos, sutiles y atractivos para convencernos, y tenernos sujetas a sus mentiras, acusaciones, engaños y tentaciones.
Sin embargo, las verdaderas creyentes no sucumbiremos a su astucia. Debemos permanecer fieles a Jesús y a la verdad de la Biblia.
A medida que se acerca el regreso de Jesús, más y más personas se apartarán de Él. Aunque estos últimos días empeorarán progresivamente, continuaremos aguantando y perseverando mientras nos aferramos a Dios en todo momento.
Mientras perseveramos, continuamos orando por aquellos que se han descarriado, continuamos leyendo y estudiando la Biblia, y continuamos derramando el amor de Jesús a todas las que encontramos.
Dios tiene un gran plan para aquellas que permanecen firmes en Jesús. Permanezcan pacientes y alertas, continuando en la fe, mientras esperamos el gozo de ver a Jesús cara a cara cuando regrese.
¿Cómo te animó y desafió 1 Juan 2:18–19?
Paz y gracia a vosotras,
Terria