¿Alguna vez te has sentido abrumada por la cantidad de voces “cristianas” que claman por tu atención? ¿Te cuesta no saber a quién escuchar o qué creer? En los versículos de hoy, Pedro deja muy claro quién es el verdadero autor de la Biblia… y no es él.
“Ante todo, tengan muy presente que ninguna profecía de la Escritura surge de la interpretación particular de nadie. Porque la profecía no ha tenido su origen en la voluntad humana, sino que los profetas hablaron de parte de Dios, impulsados por el Espíritu Santo.”. 2 Pedro 1:20-21
A algunos les gusta pensar en la Biblia como una carta de amor de Dios para nosotros. Una carta que narra la historia de lo que Dios pasó para redimir a sus hijos. Cada página susurra Su nombre y muestra cuánto nos ama Dios y lo que estuvo dispuesto a hacer para salvarnos. Cada parábola y promesa de la Biblia nos fue dada con la ayuda del Espíritu Santo. Estas palabras no son palabras hechas por el hombre sino palabras directamente del corazón de Dios al nuestro.
¿Y cuál es la mejor parte? ¡La Biblia es para todos! No creas la mentira de que sólo ciertas personas pueden entender la Biblia. No es necesario ser un erudito bíblico, ni tener un título bíblico. Dios quiere que todos lean Su Palabra por sí mismos y no se apoyen únicamente en lo que otros dicen sobre la Biblia. Dios quiere que tú mismo la leas y sepas lo que Él dice.
Con la ayuda del Espíritu Santo, puedes entender lo que dice la Biblia, poco a poco entenderás más y más, a medida que pasas más tiempo leyendo la palabra de Dios, meditando, orando por mayor sabiduría y comprensión, y sobre todo, llevando a la práctica.
Si bien es cierto que Dios ha bendecido a algunas personas con un increíble don de enseñanza para ayudar a otros a comprender mejor la Palabra de Dios, también es cierto que uno mismo debe estudiar las Escrituras para saber lo que dice y discernir cuando alguien está enseñando algo contrario a la Palabra de Dios. Lamentablemente, vivimos en una época muy engañosa, y algunos maestros de la “Biblia” tergiversan las Palabras de Dios o las sacan de contexto para adaptarlas a sus propias agendas. Por eso es imperativo que dediques tiempo para aprender la Palabra de Dios, desde el Antiguo Testamento hasta el Nuevo Testamento… toda la Biblia es inspirada por Dios y útil en tu vida (2 Timoteo 3:16-17). Cuando pasamos tiempo en la Palabra de Dios, es menos probable que nos desviemos por enseñanzas falsas.
Lee, estudia y atesora la palabra de Dios en tu corazón. ¡Puedes hacerlo! Abre la Palabra de Dios y léela tú mismo! ¡Fue escrita para ti y para Su gloria!
Ama a Dios Grandemente,
Ángela