No estoy casada aún, pero estoy en una temporada milagrosa de mi vida en la que, en oración, me estoy encaminando en esa dirección con un hombre a quien amo. Si el Señor creó el matrimonio, llegará el momento en que ella dejará a su familia, a sus compañeras de cuarto y su acogedor apartamento de una habitación, y comenzará a vivir con su esposo. El matrimonio es una experiencia hermosa y compleja de dos personas que se unen, en donde ambas eligen confiar plenamente en el cónyuge, basándose en lo que han visto y experimentado durante el noviazgo.
Una obediencia voluntaria
En Juan 14:23, Jesús dice: “El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos nuestra morada en él.” Encuentro este pasaje profundamente reconfortante.
La fidelidad genera confianza, y la confianza lleva a una obediencia dispuesta. En la Palabra de Dios, somos testigos de Su fidelidad en cada página. Quiero que te detengas y te hagas esta pregunta: ¿Amas y confías en el Señor lo suficiente como para caminar en obediencia voluntaria a Su Palabra?
Ya sea que estés casada y compartiendo tu hogar con tu esposo, o soltera viviendo con un familiar o una amiga, probablemente significa que has pasado mucho tiempo con esa persona, y ojalá signifique que la amas y confías en ella. Si no amas ni confías en las personas con las que decides compartir tu espacio, probablemente tendrás un ambiente difícil para vivir.
Jesús dice en Juan 14:24: “El que no me ama no guarda mis palabras; y la palabra que oís no es mía, sino del Padre que me envió.” Esto nos muestra que si no hay amor por Dios en nuestro corazón, no seremos capaces de confiar en Él ni de obedecer Su Palabra, lo que le impedirá hacer Su morada en nosotros.
Una confianza amorosa
A medida que has estado estudiando lo que significa permanecer en Jesús, has aprendido que permanecer en Él es mantenerse conectado a Él y dar fruto en Su nombre. Para mí, y para todos nosotros, una de las principales maneras de mantenernos conectados con Jesús es pasando tiempo leyendo la Biblia.
¿Cómo podemos confiar en el carácter de Dios y obedecer Su Palabra de manera voluntaria si no sabemos quién es Él ni cuál es Su voluntad para nuestras vidas? La Escritura revela, una y otra vez, la fidelidad de Dios. Las verdades de la Palabra de Dios deberían llevarnos a caer de rodillas en oración, adoración y plena confianza en Su soberanía.
Para mí, tomar la decisión de irme a vivir con el hombre con quien voy a casarme, significa mudarme a 1,200 millas de distancia, lejos de todo lo que me ha sido familiar durante 34 años. Pero al combinar lo que he visto del carácter de Dios en Su Palabra y Su mano amorosa en mi vida, con el corazón de mi prometido hacia el Señor y hacia mí durante nuestro noviazgo, me resulta más fácil caminar hacia adelante de manera dispuesta (y con gozo) con una fe que confía.
¿Ha hecho el Señor Su morada en tu vida a causa de tu amor y confianza en Él? Si este es un concepto difícil de imaginar, quiero retarte a que busques las palabras de la Escritura para que puedas conocer mejor a tu Padre celestial, quien es amoroso y compasivo (Éxodo 34:6-7).
Dios te ama profundamente. Oro para que, a través de Su Palabra y Su soberanía en tu vida, seas capaz de amarlo, confiar en Él y obedecerle de manera dispuesta desde este día y para siempre.
Haley Crabtree
