Amistad Vivificante

 

 

La belleza de la amistad es poder compartir la vida que Dios te da, tener a otras personas contigo que pueden ayudarte a disfrutar y transitar la vida que tienes aquí en la tierra. Y las amigas que son hermanas en la fe son aún más asombrosas porque podemos ayudarnos unas a otras a seguir la santidad.

 

Necesitamos de los demás para tener una vida plena.

Soy introvertida y realmente no me importa estar sola. En realidad, aunque no soy ermitaña, me encanta estar sola. Pero también amo a mis amigas, y cuando nos reunimos, la vida parece un poco más brillante y las cargas un poco más livianas. Nos reímos, disfrutamos de la comida juntas, vamos al cine, hablamos de música, jugamos y recibimos consejos para organizarnos y criar a nuestros hijos. Algunas amigas se van de vacaciones juntas mientras otras disfrutan una caminata por el mercado de agricultores. Hablamos, reímos, lloramos y quizás incluso nos peleamos, pero la vida es más completa, más agradable porque tenemos a nuestras amigas. Esto es bueno. Para eso fuimos creadas.

Pero también nos necesitamos mutuamente para prosperar en nuestra vida espiritual.

 

Necesitamos de los demás para la santidad.

Necesitamos de amigas para poder florecer en santidad. En Romanos 12 somos llamadas a buscar el amor y la bondad, a orar unas por otras y buscar la paz. Aprendemos cómo hacerlo a través del ejemplo de Jesús y de otras cristianas más maduras.

Somos llamadas a ser ejemplo para los que nos rodean de cómo honramos a Dios y amamos a nuestro prójimo.

 

Podemos tomarnos de las manos cuando vemos que alguna está cansada o exhausta. Podemos ayudarnos mutuamente a superar los obstáculos. Podemos dar ánimo y hablar con la verdad a aquellas que pueden parecer asustadas en medio de la lucha.

Nuestra meta como amigas es vernos crecer en piedad y llegar a las puertas del cielo fuertes, emocionadas, llenas de adoración y amando a Dios.

Hacer amistad con otras personas que confiesan a Cristo nunca es un desperdicio. Es algo que puedes llevar contigo a la eternidad. Lo que comienzas como una amistad aquí en la tierra, lo continuarás en el cielo, solo que allí será perfecto. 

Mirando a Jesús

 

Jen

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