A menudo pensamos en David como el rey más grande de Israel y olvidamos que empezó como un humilde pastor. David pasaba el tiempo trabajando en el campo y cuidando de sus ovejas día y noche. Estaba íntimamente familiarizado con el papel de pastor, especialmente con el aspecto de buen pastor. Sabía lo que el pastor necesitaba y lo que debía hacer para proteger y mantener al rebaño.
David también conocía muy bien la naturaleza de las ovejas. Las ovejas son vulnerables y necesitan protección. Las ovejas son propensas a vagar y necesitan dirección y guía. Las ovejas necesitan alimento y descanso.
David conocía la naturaleza de las ovejas y el papel del pastor. Esto da una profundidad aún mayor a las palabras de David en el Salmo 23 cuando describe al Señor como su Pastor. David experimentó cómo Dios satisfacía sus necesidades y lo guiaba a lugares de descanso. Encontró consuelo en la protección de Dios a través de su vara y cayado eternos. David se refugió en Dios, sabiendo que Él estaba con él en los valles de la vida y en los lugares de profunda oscuridad. David sabía lo que se necesitaba para ser un buen pastor. Y lo que es más importante, veía a Dios como su buen pastor.
Muchos años después, Jesús se proclamó nuestro Buen Pastor (Juan 10:11). Jesús es un Pastor que provee a Su pueblo y lo protege. Conoce a Sus ovejas y Sus ovejas le conocen. Es un Pastor que da la vida por Sus ovejas, por ti y por mí. Jesús es nuestro Buen Pastor, y vino a rescatar a Sus ovejas de la boca del león. Nuestro pecado y rebelión contra Dios nos separan de Él, pero nuestro Buen Pastor se entregó como el sacrificio definitivo por nuestro pecado para pagar la deuda que nunca podríamos pagar.
¿Por qué? Porque nuestro Buen Pastor nos ama profundamente. ¿Lo crees? Romanos 5:8 dice: “Sin embargo, Dios demuestra su amor por nosotros en que, cuando aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros”. Nuestro Buen Pastor ama a Sus ovejas lo suficiente como para dar Su propia vida por nosotras con la esperanza de que podamos experimentar vida abundante a través de Él.
Somos Sus ovejas, y somos amadas por nuestro Buen Pastor.
Cristin
Semana 3 – Plan de Lectura
Semana 3 – Versículo a Memorizar