El Evangelio lo cambia todo
Durante mi infancia, mis padres repetían a menudo algunas frases. Una de las que mi madre usaba con frecuencia era: ” No hay motivo para ser descortés”. Siendo adolescente, este estribillo repetitivo me resultaba molesto, pero sabía el valor que tenía (aunque no quisiera decirlo). Mis padres repetían estos refranes porque querían que se quedaran grabados. Pensaban que estas palabras eran tan importantes que no querían que las olvidara.
Más que los recordatorios de ser amable o de usar mis modales al hablar con los demás, lo más importante es recordar las palabras del Evangelio. Es necesario que todos los días y a lo largo de nuestras vidas se nos recuerde la verdad de la salvación que encontramos en Jesucristo. El Evangelio nos da vida, esperanza y libertad.
La verdad del Evangelio
Si te preguntas qué es el Evangelio y por qué es importante, me encantaría compartirlo contigo. En el principio, Dios creó al hombre y a la mujer a Su imagen. Vivían en perfecta armonía con Dios. Un día, la serpiente tentó a Eva para que comiera del único árbol que estaba prohibido en el Jardín del Edén. Fue en ese momento cuando Eva empezó a cuestionar la bondad de Dios y quiso ser ella quien dirigiera su vida. Tanto ella como su marido Adán desobedecieron el mandato de Dios. Esta acción trajo el pecado al mundo, y desde entonces ha sido un problema para todos los seres humanos. El pecado es cualquier cosa que pensamos, decimos o hacemos que no agrada ni honra a Dios.
Todos somos pecadores. El castigo que merecemos es la muerte y la separación de Dios. No hay nada que podamos hacer para compensar nuestro pecado. Pero Dios, que es rico en misericordia y amor, creó un camino para que seamos perdonadas y restauradas a una relación correcta con Él. Dios envió a su Hijo, Jesucristo, para que asumiera el castigo que merecemos por nuestro pecado.
Jesús vivió la vida que nosotros no pudimos vivir, una vida sin pecado y de perfecta obediencia. Fue acusado injustamente y condenado a la crucifixión en una cruz romana. Murió y fue enterrado. Tres días después, resucitó victorioso de la tumba. Como Hijo perfecto de Dios, Su muerte, sepultura y resurrección derrotaron al pecado y a la muerte y son suficientes para cubrir todos los pecados de las personas pasadas, presentes y futuras.
Jesús nos dice que si confesamos con nuestra boca que Él es el Señor y creemos en nuestros corazones que Dios lo resucitó de entre los muertos, entonces seremos salvos (Romanos 10:9-10). La salvación es sólo por gracia, sólo a través de la fe, sólo en Cristo. Cuando ponemos nuestra fe en Jesús, inmediatamente somos perdonadas de nuestros pecados. Pasamos de la muerte a la vida y somos llenas del Espíritu Santo para vivir de una manera que agrade y honre a Cristo.
El Evangelio lo cambia todo.
Un hogar centrado en el Evangelio
Crear un hogar centrado en el Evangelio es un hogar donde se proclama la verdad, se ofrece la gracia repetidamente y Jesús es el centro y el héroe de todo. Cuando tu hijo está luchando por recordar su valor, la verdad de que Jesús lo ha elegido es la palabra más importante que debe escuchar. Cuando tu hijo rompa las reglas por décima vez hoy, recuerdale que Dios nos pone límites para que podamos florecer y regresar al buen camino.
En todos los ámbitos de la vida, podemos preguntarnos: «¿Qué dice el Evangelio al respecto?». Es por gracia que hemos sido salvas, y es por gracia a través de la fe que podemos vivir. ¿Cómo ha cambiado tu vida el Evangelio? ¿Cómo puede empezar a cambiar tu hogar?
Emily Hope
Un mensaje importante, Si confiar en Cristo para tu salvación es algo que nunca has hecho, nos encantaría hablar contigo. Envianos un mensaje privado en alguna de nuestras cuentas en las redes sociales o al Correo electrónico [email protected].