La mejor cosa que podrías hacer en toda tu vida

 

El diseño de Dios

 

Aunque todavía no soy madre, a menudo pienso mucho en la maternidad.  Estoy a punto de casarme con el amor de mi vida, su nombre es Chris, y no hay nada más que desee en la vida que formar una familia junto a él. Por esta razón he reflexionado mucho sobre la belleza y el propósito de la feminidad y la maternidad tal como fueron diseñados por Dios.

 

Qué papel tan hermoso e importante es ser la ayuda idónea y el  apoyo para un hombre. Al  principio Dios dijo que no era bueno que el hombre estuviera solo. Posteriormente en Su divina perfección y omnisciencia, creó a la mujer (Génesis 2:18). Si alguna vez has pensado  que no importas, escucha esta verdad: el Dios del mundo te creó para un propósito extraordinario.

 

Dios creó tanto al hombre como a la mujer para que llevaran su imagen, sabemos que la representación más perfecta de la imagen de Dios es Jesucristo, quien es la plenitud de Dios (Colosenses 1:19). Por lo tanto, cada uno de nosotros debemos esforzarnos por llegar a ser como Cristo cada día mediante la obra del Espíritu Santo en nosotros (Mateo 5:48). Además, al ser mujeres tal como Dios nos creó, podemos mostrarle al mundo el carácter de Dios de una manera única y especial. 

 

Tal como nos recuerda Isaías 66:13, Dios se compara a sí mismo con una madre consoladora. Así como una madre consuela a su hijo a quien ama, así Dios nos consuela a nosotros. Cuando ponemos nuestra fe en Cristo llegamos a ser sus hijos.  Él nos ama más de lo que jamás podremos saber. ¿No es poderoso comprender que Dios quiera mostrar Su corazón a través del tuyo?

 

Preparándose con oración

 

La mejor manera en que puedo prepararme para amar bien a mis futuros hijos es caminar con Dios en oración. La oración significa y construye una relación íntima con el Dios vivo. La intimidad con Dios —una dependencia continua de su Espíritu— es precursora de una vida plena. La abundancia, el propósito, la esperanza, la paz, la confianza y el amor son subproductos de la intimidad con el Señor. 

 

Proverbios 3:5-6 se ha convertido en un tesoro para mí. Debemos estar completamente entregadas a Dios, confiando y caminando en Sus caminos, para ser madres que lo reflejen a nuestros hijos. Debemos buscar al SEÑOR primero en cada situación y creer lo que Él dice en Su Palabra. Debemos ser constantes en la oración y orar con fe y convicción como manda la Biblia (Efesios 6:18 y Santiago 1:6). Me encanta lo que Jesús proclama en Juan 11:40, cuando creemos, veremos la gloria de Dios. Sabiendo esto, ¿cómo sería modelar una fe poderosa para tus hijos?

 

 

El propósito final de Dios

 

Seas madre o no todavía, Dios quiere una relación contigo. Quizá sepas de Él pero no lo conozcas verdaderamente. La buena noticia es que Él te conoce. Él te hizo. Él conoce la situación exacta que estás enfrentando y él viene a tu encuentro justo ahí donde estés y como estés, a través de Su Hijo Jesucristo. Jesús descendió del cielo, tomó carne humana y sacrificó su vida para pagar el precio por tus pecados. Ahora, puedes entrar al salón del trono de Dios sin temor cuando pones tu fe en Cristo, porque en lugar de tu pecado ahora estás cubierta de Su sangre.

 

Te animo a que conozcas a Aquel que te ama más de lo que jamás sabrás. Dale tiempo para que te diga que te ama y que está a tu lado. Abre Su Palabra. Tomar respira hondo y pídele que te revele Su corazón. Esta es la mejor cosa que podrías hacer en toda tu vida.

 

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Desafío Semana 2:

 

Elige un versículo  o pasaje de esta semana que resuene contigo y crea una obra de arte a su alrededor; podría ser un dibujo, una pequeña manualidad o escribir en un diario. Que esto sea una expresión creativa del gozo que encuentras en la Palabra de Dios.

 

Plan de Lectura – Semana 2: 

 

 Versículo para Memorizar – Semana 2

 

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